En las esquinas sombrías del pasado, donde el tiempo se entrelaza con las decisiones que dan forma al destino, Takemichi Hanagaki se sumerge en un viaje desesperado. Su misión: desafiar las leyes del tiempo y cambiar un pasado manchado por la traged...
Un pequeño capítulo de relleno (bonito) para antes de la masacre.
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— Esta es la habitación de Draken. — Takashi señaló la puerta delante nuestro. — Aún sigue despierto, aprovecha esta oportunidad para hablar con él.
Asentí, teniendo los nervios a flor de piel. Mis manos sudan, cosa que antes no pasaba.
— Relájate, todo saldrá bien. — mi mellizo me tomó de los hombros, zarandeándome un poco para tranquilizarme, olvidándose por completo de mi herida. — Como te dije antes: no escondas tus sentimientos, ni siquiera por otra persona.
Lo miré una última vez antes de ser empujada hacia el interior de la habitación, escuchando el portazo de la puerta tras ser cerrada. Busqué a Draken con la mirada, encontrándolo al final del cuarto. Se ve tan relajado que me causa temor invadir su privacidad, algo que cambió al verme.
— Keiko. — sonrió, pidiéndome con la mirada que me acerque. — Es bueno ver que te encuentras bien.
— Opino lo mismo, Ken. — sonreí de igual forma, sentándome a los pies de la cama. — ¿Cómo te sientes?
— Puedo decir que bien, el dolor es soportable. Me pidieron que no haga movimientos bruscos para que la herida no se abra. — alzó la parte superior de su ropa para mostrarme su herida. — ¿Tú que tal estás? Mitsuya me contó que te desmayaste a los minutos de llegar. — me miró preocupado.
Takashi chismoso.
— El golpe en la cabeza más la pelea contra los dos chicos de Moebius y Red acabaron conmigo. Al igual que a ti, uno de ellos me quería matar, pero sólo logró clavarme el cuchillo en mi hombro, — toqué la herida por instinto. — así que estamos casi en las mismas condiciones, Draken. — moví el cuello de la sudadera para mostrarle la herida, cosa que pareció molestarle al más alto.
— Esos malditos, no fueron capaces de luchar a puño limpio. — refunfuñó, mostrando su evidente enojo al apretar los puños. — Llegaron muy lejos en esta pelea pero agradezco que Takemicchi lograra ayudarnos ese día.
— Si no fuera por él, tú y yo estaríamos muertos. — dije con ironía. — Take es el verdadero héroe de ToMan, creo nunca habríamos ganado sin él. Unió de nuevo al grupo, no de la forma que esperábamos, pero al menos está haciendo cambios buenos en la pandilla.
El recuerdo de Takemichi con una popó en la cabeza nos hizo carcajear; seguimos así hasta que nuestro cuerpo no pudo más. Realmente agradezco que Takemichi apareciera en nuestras vidas.
Es un héroe llorón, pero al menos eso es: un héroe.
Seguimos platicando de lo que pasó en los días en los que Draken estuvo despierto; parece que no se aburrió tanto como yo pensaba. De repente, la escena de él desangrándose llegó a mi mente y las lágrimas no tardaron en formarse. De tan sólo pensarlo siento un nudo formarse en mi pecho.
