PARTE 94

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Ciudad sin Noche estaba completamente diferente a lo que era normalmente.

Desde el pueblo hasta la mansión Wen la decoración alertaba sobre la boda de Wen Rouhan y Lan Qiren.

Los Lan se asombraron de lo exagerado que era todo.

Los Jin decidieron que para la boda de su joven líder debían superar eso.

Los Jiang sólo observaron la intensidad de Wen Rouhan en cuanto a su boda.

—Definitivamente quiere casarse. Comentó Madam Yu.

Las fiestas habían empezado mientras adivinos aseguraban que ese era el camino para la paz del mundo del cultivo.

En una habitación en Ciudad Sin Noche, Lan Qiren discutía con Qingheng-jun y Lan Xichen.

—No llevaré ningún velo. Aseguró el novio.

—A-Ren piensa en lo feliz que harás a tu marido. Intento razonar Qingheng-jun.

—Shufu, eres tú quien se casa con los Wen.
Lan Qiren mantenía el ceño fruncido.

—No lo haré. Insistió.

—Bueno, dijo Qingheng-jun dejando el velo a un lado. —Le diré a Rouhan que el velo que él mismo mandó a hacer se desechará.

Lan Qiren vio el velo sin dejar que su hermano saliera de la habitación.

En otra habitación, Wen Qing ayudaba a colocar los adornos de cabello a su tío.

—A-Qing revisa mi presión, siento que me voy a infartar.

—Tío, regaño Wen Qing. —Llevo una semana diciéndote que son los nervios de tu boda. Estas sano.

—¿Y si le fallo a A-Ren? Preguntó.

Wen Xu escupió el agua que bebía y Wen Ning se tapo los oídos.

Wen Chao hizo un gesto tan gracioso que hizo reír a todos.

—Solo no quiero saber como mi padre se va a follar a alguien. Nunca. Dijo horrorizado.

—A-Chao eres un hombre casado... Empezó Wen Rouhan.

—Solo no sigas. Pidió el mencionado.

Wen Xu fingió demencia cuando Wen Rouhan le preguntó por alguna novia o novio...

—Padre, veo que te falta tu túnica externa. Dijo antes de dejar la habitación con rapidez.

Wen Ning en cambio pensaba en Mo Xuanyu.

—¿Por qué tu y A-Xu son tan alérgicos al matrimonio? Preguntó Wen Rouhan a Wen Qing.

La joven sonrió falsamente.

—Tal vez porque la fiebre de parejas ha atacado a todos desde Lan Wangji y Wei Wuxian. Respondió.

Hablando de la pareja...

Ambos paseaban con sus hijos por el pueblo mientras veían con asombro los preparativos de la gran fiesta después de la boda.

—¡Lan Zhan! ¿Por qué no hicimos una fiesta así? Preguntó Wei Wuxian con un puchero.

—Podremos hacerla. Prometió Lan Wangji mientras llevaba a los mellizos en brazos.

Wei Wuxian aprovechó a comprar algunas cosas festivas que querría en su boda formal.

Los lugares fueron ocupados a tiempo y Wen Rouhan entró como una ráfaga a tomar su lugar.

—Es guapo. Dijo Madam Jin, Madam Yu asintió. —Es tremendamente guapo. Jiang Yanli también compartió su punto de vista.

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