GARDENIA ROJA

PARTE 29

Una perfecta ilusión.

Eso era lo que Jiang Cheng había vivido en Cloud Recess durante ese año que estudió en el lugar.

Durante ese tiempo se había aliado con Lan Xichen para poder controlar a sus hermanos, los cuales a pesar de haber empezado una relación, querían saltarse todos los pasos al verse solos.

—Xichen, no estoy seguro, ese par de idiotas van a lograr matarme a mi y a tu tío de un desvió de qi.

Lan Xichen se veía divertido con el tema.
—Solo están emocionados.

Cada día convivían más, desde seguirlos o hacerles compañía, a verse envueltos en una de las peleas más épicas en Gusu, claro, con él como protagonista.

Desde ese momento algo había pasado con su corazón. Verlo preocupado por él y tratando de calmarlo, sujetando su mano y por último abrazándolo para que no desarmara al mal recordado Su She. Todo eso no lo analizó hasta que cumplió su castigo en la Primavera Fría.

Los momentos compartidos eran cada vez más preciados, esperaba el terminar las clases para entrenar con el Primer Jade de Lan.

También disfrutaba las horas del té con éste y con Huaisang.

Al ser herederos de secta ambos compartían sus cargas en caminatas un tanto largas en los jardines de Cloud Recess.

No tenía ningún sentido, pero algo pasaba con sus sentimientos.

Cada mañana esperaba verlo sonreír en el comedor. Pasaban tantas cosas por su mente, pero no sabía qué exactamente. Así que decidió no darle paso a su imaginación.
Al regresar a Lotus Pier se sintió vacío. Ya no tenía esa fiel compañía, ni siquiera habían formado una buena amistad. Era más bien una relación de alianza.

—"Mi maldito mundo no va a girar entorno a un Lan." Se dijo.

Aún así cada vez que Lan Wangji llegaba a Lotus Pier para las visitas del cortejo, esperaba que Lan Xichen lo acompañara, claro, nunca pasaba.

Después de varios meses sin verlo lo que fue una perfecta ilusión se había convertido en un monodrama.

El enamoramiento unilateral no era algo que él quería. A veces deseaba cambiar lugares y ser él quien no sintiera algo. Todo ese tema era tan difícil que simplemente se hundía en entrenar cada vez más fuerte. Todo por dejar de ser patético.

Habían momentos en que acompañaba a Wei Wuxian y a Lan Wangji, su mente le hacía malas jugadas y proyectaba imágenes de él y Lan Xichen enamorados, claro no tan descarados, pero manteniendo una relación. Pero luego pensaba en su carácter, en su posición y en la obligación de tener descendencia directa por el bien de su secta.

Así que antes de salir lastimado en realidad y de enfrentar un escenario completamente injusto donde ambos sufrirían debido a un rompimiento, había decidido callar y dejar que ese sentimiento naufragara como tantas embarcaciones en los lagos de Yunmeng.
Pero todo cambió tres meses antes que el entrenamiento en Yunmeng iniciara.

Lan Wangji llegó a visitar a Wei Wuxian, el par de desvergonzados había desaparecido por medio día, al ser notificado por su hermana, salió en su búsqueda.

Recorrió Lotus Pier de arriba a abajo sin ningún resultado positivo.

Estaba pensando en cómo romperles las piernas cuando los encontrara que no se dio cuenta cuando pasó a la par de un cultivador de túnicas blancas.

—Wanyin.

Esa voz hizo que saliera de todos los pensamientos con los que cargaba. Su corazón latió con fuerza y sus manos sudaron un poco.