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• ¡ʜᴏʟᴀ, ʜᴏɢᴡᴀʀᴛs! •

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• ¡ʜᴏʟᴀ, ʜᴏɢᴡᴀʀᴛs! •

1971 - 1972

[𝑃𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟 𝑎𝑛̃𝑜]


Luego de haber admirado la estación por unos minutos entré al famoso tren.

No volví a ver a Lily ni a Snape desde que los dejé al otro lado del portal.

Una vez adentro se me ocurrió la idea de buscar a Sirius para no pasar el viaje sola ya que no conocía a nadie más de mi mismo grado. Me había hecho muy cercana a él en los viejos tiempos cuando con Regulus, Bellatrix, Andrómeda y Cissy nos poníamos a conversar y jugar cada que venían a la mansión Gryffindor logrando hacer desastres que los elfos ponían a limpiar antes que mi madre los regañara. Buenos recuerdos sin duda.

Decidida arrastré mis maletas y fui de un lado a otro preguntando a los que se me cruzaban si es que habían visto al Black.

Sin llegar a encontrar respuesta alguna me dí por vencida.

Ya con mis ánimos decayendo continúe caminando por el largo pasillo buscando un sitio donde descansar, encontrándome a veces con otros chicos que platicaban por ahí, llevaba vagando aproximadamente un cuarto de hora hasta que una discusión a lo lejos me detuvo.

-¿A dónde esperas ir, viendo que no eres ninguna de las dos cosas? -la voz provenía de un compartimento a unos metros de distancia.

Se oyó una risa.

-¡Son unos patanes!, ¡Vámonos Severus, estaremos mejor en otro lado!

-¡Te veo luego Quejicus!

Lily salió a la vista agarrando el brazo de Snape y jalándolo como si de muñeco se tratase, ni siquiera me miraron cuando pasaron de largo bien indignados.

¡Pero qué escándalo!

Mientras los veía desaparecer entre los vagones del expreso me dirigí al compartimento en el que estuvieron antes. Quería el chisme completo, sí señor.

Avancé hasta la entrada y miré en su interior dándome con la sorpresa de que los niños que estaban dentro eran ni más ni menos que James y Sirius, alias "mi mejor amigo". Nunca profundicé en la vida de los merodeadores pero sí que había leído en algunas páginas de Internet unos pequeños sucesos relacionados a su etapa escolar, imaginé que lo que pasó hace instantes había sido el primer enfrentamiento de muchos entre Snape y los famosos merodeadores.

-¡Ay... Sirius!, ¡Al fin te encuentro, te llevo buscando una eternidad! -sin recibir invitación alguna, apenas entré, me senté desparramando mis maletas a un lado suyo viendo de reojo al niño del frente.

-¡Oh!¡Eliza! -quedó impactado por verme y seguidamente me abrazó- ¿En dónde has estado niña?, mamá solo dijo que desapareciste, y no sabes... el enano estuvo llorando durante semanas -deshizo su apretón mirándome a los ojos.

Reencarné como la nieta de Grindelwald | ᴇ́ᴘᴏᴄᴀ ᴍᴇʀᴏᴅᴇᴀᴅᴏʀᴀ & ʜᴘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora