Snape estaba en el salón, hojeando sin rumbo un libro; todo el día había tratado de mantenerse ocupado para no pensar en qué clase de problemas podría estar enfrentando Hermione allá afuera. Empezaba a preocuparse, cuando escuchó un perezoso golpe en la puerta. Estuvo a punto de cruzar volando la habitación para atenderla, pero en cuanto abrió la puerta, vio la forma desganada de Hermione en la oscuridad y supo que algo iba mal. Sus manos se soltaron del objeto que llevaba y la peluda criatura pasó a toda velocidad junto a Snape; Crookshanks se alegró de estar de nuevo en casa.
Snape miró rápidamente hacia ella al oírla resoplar y, cuando levantó la barbilla, vio que tenía la cara llena de lágrimas, en una mejilla había un terrible moratón y el labio estaba cortado y sangrando. Tardó un instante en darse cuenta de lo que había ocurrido y su sangre hirvió en una repentina acritud.
"¡Lo mataré!"
"Sev, no.."
"¡Ese maldito... cerdo!" Intentó pasar corriendo junto a ella en su furia, "¡¿Cómo se atreve?!"
"¡Severus, por favor!" Ella agarró el dobladillo de su abrigo y se aferró a él para que se detuviera. "Por favor... ¡No te vayas! No puedo... no puedo... te juro que voy a morir..." Sollozando se hundió de rodillas, completamente destrozada. Él vio el miserable estado en el que se encontraba y decidió dejar de lado su indignación. Cogió a una Hermione llorosa en brazos y fue directamente al dormitorio.
La dejó en la cama y buscó algunas pociones para aplicárselas. Sus gritos histéricos habían cesado y la hinchazón y el enrojecimiento se habían reducido considerablemente; él miró su rostro afligido, mientras le limpiaba el labio sensible. Tenía un aspecto deplorable, con lágrimas silenciosas que seguían saliendo de ella.
"Es mi culpa... todo es mi culpa..." susurró ella en voz baja.
"No hagas eso, Hermione", dijo él con énfasis, "No tenía derecho a hacerte daño".
"Le hice daño", dijo ella, "Me pasé de la raya. ¿Cómo pude decirle esas cosas después... después de lo que hice?"
Él todavía estaba removiendo la afrenta en su interior, pero podía ver que ella estaba invadida por la culpa y el arrepentimiento y sabía que tenía que cuidar de ella en ese momento, no fuera a ser que se derrumbara. "Aun así, no debería haberte pegado...", refunfuñó.
"Me lo merezco...", se enfurruñó ella.
"Oye, para. ¿Estás bien?", le cogió la cara y la miró a los ojos, "Para esto. No te merecías nada de eso. Hiciste lo correcto al decírselo y fue demasiado para él. Me hubiera gustado que fuera mejor, pero comprendo que te guarde rencor. Pero eso no hace que sus propias acciones sean correctas. Si no puede apreciar a una mujer, él se lo pierde..."
Ella le miró a la cara y unas nuevas lágrimas rodaron por sus mejillas. Él se las limpió y tiró de ella para tumbarla en la cama. Ella escondió la cara en su pecho y sollozó mientras él la abrazaba y la mecía suavemente, acallando sus gritos.
"No quería terminar las cosas así", murmuró, "sé que no merezco su perdón, pero desearía... desearía que las cosas hubieran sido diferentes..."
Sabes que es tóxico cuando lo único que hacen es herirte y lo único que haces es perdonarlos, porque eres impotente- este dolor era mejor que perderlos por completo. Pero Ron había acusado a Snape de carecer de emociones cuando se había mostrado distante con ella mientras ella se limitaba a exigir, quejarse y ser negligente, esperando que se diera cuenta de que ella también merecía ser amada, cuidada y valorada. Que no la diera por sentada. Sabía que era tóxico, pero no quería apartarse de él por completo.
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𝔄𝔡𝔦𝔠𝔱𝔬 𝔞 𝔱𝔦 [𝔖𝔢𝔳𝔪𝔦𝔬𝔫𝔢]
FanficUna calada, y luego una segunda. No pudo evitar dar otra calada. Al igual que no podía dejar de desviar la mirada hacia su figura dormida, bañada por la luz de la luna. Una mirada más y ya está. Pero sabía que se estaba mintiendo a sí mismo; desde q...