cap.5 "Olvide el tatuaje".

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   Me recosté en la cama, en el piso aún estaban los lápices, las tijeras y mi saco, todo cerca de la esquina de la habitación. Mientras estaba admirando el techo, me pasaba por la mente lo patética que era siempre. Y lo grotesca que me veía todo el tiempo. Ahora entiendo que en ese momento hice todo aquello por que me acordé de las humillaciones que vivía de diario en mi realidad, y lo sabía, si lo sabía pero siempre trataba de engañarme y ofender mi persona yo sola. No se como ni cuando me quede dormida, MUY DORMIDA. Hasta que sentí que la cama se undió. Casi brinco del susto y lo primero que hice fue poner mis brazos en una pocisión en la que no se notará mi desastre.

   —Perdón, no quería asustarte, me asuste cuando no respondías a la puerta, de hecho toque varias veces. En distintos momentos —Me explicó Cinco sentado en la orilla de la cama.

   Me talle los ojos, estoy segura que me veía espantosa. —No pasa nada —Desvíe la mirada para que no viera mi rostro, me daba demasiada pena.

   —Tenía seguro la puerta —Dijo algo serio, como si esperara una posible explicación de ello, estaba muy tensa, muy nerviosa, pero sabía que debía controlarlo.

   —No me di cuenta, tal vez lo pues por error, no lo sé. ¿Pasó algo? —Respondí tratando de cambiar bruscamente el tema.

   —No, solo que, pues... pensé que estarías molesta pero hable con Klaus —No creo que hayan hablado, le creería si me hubiese dicho "me peleé a lo salvaje con Klaus"— Y me dijo que no te molestaste.

Ja. Si supieras.

   —Cada día me sorprende más tu manera de ser —¿Me alagó?

   —No debía enojarme, no puedo ser invitada siempre, ahora si me disculpas y esperas un minuto voy a lavar mi cara —Dije y me levante puse ambas manos sobre el lavabo apoyando todo mi peso y cerrando mis ojos de ves en cuando.

   Me vi en el espejo, tenía suerte, no tenia los ojos inchados. Me lave la cara y salí acomodando mi cabello.

   —¿Quieres salir al patio conmigo? —Me ofreció, a decir verdad Cinco era una persona muy agradable, si tenía ese lado apático del que todos hablaban, pero también era muy caballeroso y amable, hasta tierno si lo llegas a conocer bien.

   —Claro —Me apresure a tomar mi saco del piso, lo sacudí, me vio hacerlo pero no le tomo la más mínima importancia, y agradecía eso.

(...)

   Y así es como pasaron los días, debo admitir que estar allí no era tener una vida perfecta, seguía cortandome, seguía llorando, reteniendo todo, aguantando cada humillación que me hacia Allison, aguantando cada empujón de Diego, y uno que otro regaño estúpido de Reginal. Pero me sentía bien, la verdad era que me sentía alguien por primera vez, por primera vez no me sentía un extra de dos segundos en una serie, si no, un antagonista. O alguien en una posición más alta. No era perfecto, pero era mio.

   —¡_____! —Grito alguien al otro lado de la puerta de la habitación.

   Me saque los audífonos y dejé que Calleran por mi cuello desordenado por completo mi cabello, me apresure a abrir la puerta y le miré con cara de perrito confundido.

   —¿Puedo? —Dijo Cinco preguntando si podía pasar, siempre lo hacía, inclusive aunque le había dicho que no necesitaba hacerlo. Pasó—. ¿Otra vez con los audífonos? Debí suponerlo —Preguntó, la verdad era que si, siempre con los audífonos pero ¿y que?, yo amaba la música, desde siempre, y no era un secreto para nadie.

   —¿Que pasa? —Pregunte algo irritada.

   —Pues nada, que... —Me miró extrañado—. ¿Por qué hay lápices en el suelo? —Que atento era, de toda mi vida era el primero que notaba rareza en eso.

𝓔𝓷𝓪𝓶𝓸𝓻𝓪𝓭𝓪 𝓭𝓮  𝓾𝓷𝓪 𝓶𝓮𝓷𝓽𝓲𝓻𝓪. [ᵗʰᵉ ᵘᵐᵇʳᵉˡˡᵃ ᵃᶜᵃᵈᵉᵐʸ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora