TULIPÁN | IRONSTRANGE FLUFFTOBER

Día 25. Futuro

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Desde la sala de urgencias, la enfermera Christine Palmer le notificó al doctor Strange que necesitaba su ayuda, Stephen no tardó en levantarse de su escritorio para ir y asistirla.

En el camino pudo ver que poco a poco había gente amontonándose por los pasillos, procuraba no toparse con nadie, lo mínimo aceptable eran los roces debido a los pasillos estrechos y, aún así, golpeó hombro con hombro al girar en un pasadizo.

El pelinegro no quiso quedarse a discutir ni nada de eso, vio al hombre con el brazo izquierdo usando una férula y tampoco quiso indagar en ello. Eso sí, pudo percatarse que el hombre le miró devuelta, probablemente de la misma forma que él le vio.

Stephen estaba tan concentrado en apresurar sus pasos que ni siquiera se enteró de quién era ese hombre. Tony Stark tampoco conocía al hombre con quien acababa de chocar su hombro sano, tenía tanto en la cabeza que no era prioridad averiguar la identidad del pelinegro y pedirle disculpas.

Era solamente un par de milisegundos en que su choque duró, las miradas fueron rápidas y distantes ante una situación como cualquier otra en un sitio lleno de gente... Pero eso era el hoy.

Porque, aunque nadie conocía lo que el destino les deparaba, en el futuro se reencontrarán, conociéndose a causa de las necesidades del universo, viajando a través del tiempo y el espacio, mirándose tanto que pronto las miradas no serán suficientes.

En el futuro, Stark estaba esperando por Strange para una propuesta romántica; en el futuro, ambos caballeros luchaban contra el mundo y las adversidades de lo que impide una relación estable. En el futuro, Tony y Stephen se amarán como jamás a ningún otro ser amaron, pero para ello, deberá suceder un desgastante accidente automovilístico y una temerosa amenaza.

Pero por ahora, era solamente un golpe descuidado y miradas desinteresadas.

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