Capítulo 2

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Erika (gustos)



Que estúpido fue el ruso en matar a ese hombre, obvio que me di cuenta que ese sujeto estaba ahí, viéndome, cada día me convenzo más de los estúpido, asquerosos, mentirosos, son los hombres. Obvio que cuando quiera lo tendré, a él o a quien quiera, en mi cama de eso no hay duda pero ahora mi enfoque es la rata que mato a mi personal.



Nuestros hombres llegaron y el ambiente fue tenso, mi gente se siente agradecida porque esté viva, pero enojadas por los ataques, antes eran una vez cada dos meses o más y ahora son en toda oportunidad, creen que algo estoy haciendo mal, lo sé.



Luego de que me revisara el doctor me fui a mi habitación para bañarme, descansé unas horas nada más, hay que poner manos a la obra.



Me encuentro sentada con el ruso investigando todo lo sucedido, di con el paradero del gringo a modo de contactos y me lo traen en camino sedado.



- El Don está metido en cosas raras, mis espías me informan que esta muy inquieto desde el atentado - dice el ruso.



- El no es el problema ahora y no encuentro razón para que te quedes, te dije que me siento bien no soy una persona indefensa - le contesto con seriedad.



- Y yo te dije que no me iba a ir hasta que llegue Nikolas y arreglemos todo esto.



- Esta es mi organización tu no eres parte de ella, por lo tanto el tema de Nikolas también es mi problema, no te quiero ahí presente - le ladro, con todo esto se me hace sospechoso hasta mi sombra.




- Si quieres puedo estar en otra parte de la mansión pero de aquí no me muevo ya que tú eres la líder de los clanes - ciertamente si cree que soy indefensa.



- Te quiero lo más lejos o yo misma te mato y no me importa generar una guerra entre las dos mafias - respondo sin alteraciones pero con un toque de ira.




Se levanta enojado pero no alterado y la verdad tengo problemas mas importantes que fijarme en un hombre o en este hombre.



No hace mal desahogarse un rato y voy a darme una vuelta a mis clubes favoritos para ver que este todo en orden.



Subimos a la camioneta, al llegar vi que mi Killer-Anführer estaba bien, solo algunos golpes y heridas de bala pero nada que no se pueda arreglar, nos paramos en el primer club, es el más prestigioso y peligroso de este lugar, tiene lo mejor de lo mejor y cuando hablamos de lo mejor de lo mejor me refiero a mis sumisos y sumisa, todo eso lo contiene el Templo Tecno.



Avanzamos a la zona VIP, con la seguridad, desde ahora, más reforzada alrededor de el club y conmigo, pido un Vodka Tonic, las miradas provocadoras no se hacen esperar y me inyecta la sangre de forma peligrosamente maravillosa este ambiente, pido que me traigan a mis Unterwürfig y no tardan en llegar.



Entre todas elijo a Hannah que es mi favorita y le invito que se acomode a mis pies, observo como aguanta las ganas de tocarme.



- Hannah, querida has hecho todo lo que te he pedido - le hablo mirándole el cuerpo, es una ninfómana de cuerpo parecido al mío y una sumisión incomparable.



- Si mi ama - me responde con la cabeza baja.




- Cuántas veces te he dicho que cuando me hablas me miras a los ojos - la reprendo, si es mía tienen que hacer todo lo que le diga así sea que le haga para no faltarme el respeto o las reglas, pero en este caso la ley soy yo, por lo tanto lo que diga nadie lo corrompe.



- Con que quiere empezar? - Se da cuenta como va hacer esta noche.




- Que te parece que vayamos al sótano y me des un espectáculo para luego yo darte tu turno - la miro de forma sensual.

Incontrolables Deseos ( En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora