Capítulo 11

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Alexey

Los días pasaron y fueron cansadores, me movía de un lado a otro, la basura de Luciano no se quedaba quieta hasta que mis hombres lo interceptaron y me lo trajeron.

Lo esperaba en la oficina de negocios, mientras, en el balcón me tomaba un trago pensando que sería necesario para la situación. Es un atado difícil de manejar, si cometo un error o dejo un cabo suelto puedo dañar todo el plan y condenar a mi familia.

Entro con el aviso de que llegaron y sirvo otro trago. Luciano miraba indiferente y serio al entrar.

-Podrías haber pedido una reunión - se sienta en uno de los sillones.

-Te escurres como una rata Luciano- lo mire de la misma forma que me estaba desafiando - me importa un comino lo que quieras, solo quiero decirte que no vuelvas a tocar a Erika, habíamos quedado en un trato. Está sospechando.

-Claro que quedamos en un trato, tu no te metes en mis asuntos y yo no me meto en los tuyos - su tono indiferente y frío retumbaba en la sala cuando se levanta - No vuelvas a cometer una idiotez como esta, deberías escuchar a tu padre niño caprichoso, no todo es a tu modo.

-Te apoye en el momento que acordamos en destruir a Erika, pero tu trabajo ha llamado la atención en todas las organizaciones, todo el mundo habla - también me acerco - no la vuelves a tocar y punto. 

-Yo no estoy a tus ordenes ni tus caprichos- vuelve a repetir, los dos nos mantenemos tranquilos pero el tono de ira se percibe - Erika es un capricho, te vas a dar cuenta, no interfieras más y no me llames ni busques cuando se te de la gana.

-Creo que no estas entendiendo Luciano - tomo de mi poca paciencia que me queda- si es un capricho o no, es problema mio. Ya dije lo que tenia que decir, ahora queda en tus manos lo que pase estos meses. Mis planes van como yo deseo y no quiero que tu traición me afecte.

-Estamos en contacto y ten cuidado donde andas y con quien, nunca se sabe que pase ruso - me amenaza y sale de la oficina.

Al llegar la tarde almuerzo con socios, ordeno otros asuntos y llego a casa para cenar. Mi teléfono suena de vez en cuando con mensajes que ignoro, la única chica que tengo en mente para divertirme está lejos en estos momentos, no me interesa en absoluto amarla solo quiero que este sumisa en mi poder, saciarme de vez en cuando, todo lo que quiero es romperla, hacerla pedazos y luego arreglarla a mi manera. 

El problema que tiene Erika es su descuido con las personas que se acuesta y los que la rodean, no tiene el control como ella luce, su inestabilidad emocional la hacen una desquiciada sin control y peligrosa por su locura consumida. Voy aprovechar su incapacidad de amar y relacionarse con personas hasta ahogarla es su propia miseria, con ella todo es un juego.

Otro mensaje llega y este sí lo contesto, mi cuerpo y mente necesitan liberarse de esta mierda, una chica que conocí hace algún tiempo es una compañía agradable para distraerse, es lo que me anima, acordamos para quedar en un restaurante.

La recojo en su departamento y se ve tan hermosa, se ve tan delicada.

-Hola, que tal - beso su mejilla antes de abrir su puerta.

-Bien todo gracias. Es un camino algo largo por suerte no trabajo mañana - me mira con sus ojos celestes casi blancos que llegan a ser un reflejo del ángel más hermoso cayendo en la malicia y locura del diablo o algo extremadamente sombrío parecido a eso, junto con su rostro angelical pero maduro.

-Que suerte que coincidimos- le guiño el ojo- mi padre me dio unos días libres en su empresa- dudo en decirle- que te parece aceptar mi oferta de pasar juntos algunos días, entremedio de las montañas, desconectada de este mundo amargado para tu dulzura.

Incontrolables Deseos ( En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora