Thomas.
Era interesante, verla, bueno, observarla, era muy interesante observarla y estudiarla, sueno a acosador, pero no lo puedo evitar, me gusta observar a las personas.
—Así que respondo con la verdad y si no quiero hacerlo tengo que beber.
—Sí, eso es exactamente lo que acabo de explicarte, pero si lo pones de esa manera suena muy estúpido. —Le respondo mientras le doy un trago a mi cerveza antes de hablar—. Si no quieres seguir jugando solo lo dices y ya, no te voy a obligar a hacer nada que tú no quieras.
Ella se quedó pensando por unos segundos hasta que se acomodó en el asiento, que piernas tan-
—Bien, pero yo empiezo.
¿Empezar qué? ¿De que estábamos hablando? ¡Oh, hablamos del juego idiota que literalmente mencioné hace dos minutos! Que tonto que me he vuelto.
—Sí, pregunta lo que quieras.
—Bien, —Ella se acomodó una vez más, estaba nerviosa, ¿qué vas a preguntarme? Oh, tiene que ser buena porque estas tronándote los dedos, estas nerviosa... ¿te pongo nerviosa? No, debo dejar de ver las series que me recomienda Yel—. No se enoje
Formal y precavida, no sé si me asusta o me divierte.
—No me voy a enojar, pregunta y ya.
—Bien, ¿Cuál es su color favorito?
¿Qué? ¿Era en serio?
—Solo responda la pregunta, Thomas. —La miré fijamente como por un minuto hasta que vi sus dedos en frente de mí, que gran susto—. Y deje de poner esa cara de confusión, es una pregunta valida.
—Supongo que es el morado, no lo tengo claro.
—Está bien, es su turno.
Tenía un millón de preguntas y tenía que aprovechar la situación, no al nivel de hacerle sentir incomoda, pero necesitaba aclarar dudas.
—¿De dónde viene? —Pregunté.
Su cara se iluminó de diversión y sonrió sin darse cuenta, esa sonrisa sí que es hermosa.
—De mi casa.
Y se empezó a reír...riendo se veía mucho más bonita.
—Que graciosa, sabes a que me refiero.
Se rio una última vez antes de contestar.
—De Colombia. —Se acomodó un cabello tras la oreja y complementó—Bucaramanga para ser exactos.
—Bucaramanga, ¿la ciudad de los parques? He visto un montón de fotos, he querido ir desde hace meses.
—¿Quién quiere ir a Bucaramanga? Nadie cuerdo diría que es su destino soñado o algo parecido.
—Pues, no es mi destino soñado, pero me parece un ambiente agradable—Solo me miró directamente para luego enfocar su mirada en sus dedos, estaba tronándoselos—. ¿A ti no te parece un ambiente agradable, Aurora?
Levantó su mirada y dejó de tronarse los dedos, pasó saliva y bebió un gran sorbo de cerveza, no quería contestarme, eso si que me intrigaba más pero antes de que pudiera formular mi pregunta ella ya estaba hablando de nuevo.
—Es mi turno y como te saltaste mi turno anterior me toca dos veces. —Astuta, que mujer tan astuta—. Háblame de Yelena y del porque volviste tan temprano sin tu gorro.
Mi respiración se cortó y me enderecé en mi asiento.
—Reconozco a un mentiroso porque soy mentirosa, no volviste porque te dio sueño y no le diste el gorro a Yelena por el frio. Entiendo que no confíes en mi para decirme tus cosas, pero no me mientas, detesto que me mientan, esquiva la pregunta a la próxima o simplemente no la respondas, entenderé que no quieres hablar de eso.
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Nuestro Lugar
Fiksi RemajaOjos como el cielo, Tan alto como una puerta, Sonrisa calida como el verano, Risa dulce como el caramelo Y sufrimiento en todo su cuerpo. Cuando llegué a Canada esperé todo, amigos, enemigos, problemas, tranquilidad, pero nunca esperé esto, nunca lo...