Bienes Comunes | Maki x Nobara (1).

última vez

2 semanas después...

- ¿Y vivieron felices para siempre? Menuda mierda acabo de leer. - Kugisaki cerró el libro y lo depositó en la mesa, acostándose por completo en el sillón. 

- ¿Pero eso no es un buen final? - bajé unos momentos el libro que estaba leyendo. 

- No, no lo es. Yo quería que se quedara con su mejor amigo, no con ese. - suspiró frustradamente. 

Caminó hacia la mesa, donde estaba yo. Su rostro estaba tan cerca del mío, que me exalté y me alejé, estrépitamente. 

Coloqué el libro en la mesa y suspiré. 

Ella en lugar de sentarse en otra parte, se sentó en mis piernas, ¿sabría ella lo que me causaba eso? Mi mente había entrado en shock. 

- Mmm... ¿cómo puedes leer esto con tanto detenimiento? 

- Pues... a mí me gusta. Es mucho más interesante que el romance. 

- Un libro sobre un vato suicida que nunca fue feliz ¿No longer human? ¿Enserio? - me miró con una lisa capa de desprecio. 

- Pues hasta donde voy, está bueno. 

- Bueno, lo que tú digas. - inclinó su cabeza en mi hombro y enredé mis brazos al rededor de su cintura. 

Estos pequeños momentos en un sábado por la tarde me llenaban de paz. Había un silencio, pero no era incómodo, solo nos arrullaba un tanto. 

Tocaron la puerta. 

-¿Quién será? - se quejó sujetando mi cuello como si no quisiera que saliera. 

- Ve arriba, yo atiendo. 

Al abrir la puerta me topé con la sorpresa de ver a Nishimiya frente a mí. 

Cerré la puerta rápidamente, dejándonos fuera del apartamento a ambas. 

Sería incómodo que ellas 2 se encontraran. Nishimiya. Yo. Kugisaki. Kugisaki. Nishimiya. Mi cerebro se quedó en blanco. 

- ¡¿Qué haces aquí?!- susurré

- ¿Desde cuándo mis visitas te resultan inoportunas? - no respondí a su pregunta y me limité a bajar la vista. 

- Oh, ya veo, seguro ella está dentro, ¿o me equivoco? En fin, solo quería entregarte personalmente la invitación a mi boda, se adelantó a este sábado debido a asuntos del clan o algo así. 

- Ah, estee, gracias, liberaré ese día para ir.

- Nos vemos entonces, ¿puedo? probablemente será el último - acercó su rostro hacia el mío, creo que ella querría un beso o algo así. No pude evitar negárselo, ella no parecía feliz con la idea de casarse y engendrar herederos para el clan Kamo. 

- Si es lo que tú realmente quieres, está bien. - le dediqué una pequeña sonrisa. 

Me dio un beso, lento, apasionado, tomé su cintura entre mis brazos, ella mi cuello entre los suyos. Sentí sus lágrimas caer por sus mejillas; y a pesar de conocerla desde hace casi una década, nunca la había visto así. 

- Nos vemos el sábado entonces - soltó mi mano y se fue. 

Todas mis memorias con ella vinieron a mi mente; a pesar de simplemente ser amantes, compartía varios recuerdos felices con ella. Recordé la gran sonrisa que esbozaba en un viaje a la playa hace ya unos meses. Todos los momentos en los que me dijo que era "mía" y ahora se casará con alguien más. Y si no quiero perder el liderazgo del clan, yo también lo haré.