Obscuridad.

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Una cálida mano sostenía mi mano en medio de aquella obscuridad. 

Habían veces donde me era posible escuchar los que pasaba a mi alrededor. 

Al parecer había caído en coma. 

No recuerdo mucho de aquella noche, tampoco sé el cómo es que sigo con vida. Ni el infierno en el que entraría al despertar, era confuso. 

Todo lo era. 

Cuando no estaba sentada en la obscuridad, podía vivir recuerdos, inclusive soñar. 

Yo no quería esas mierdas, yo quería despertar, quería decirle a Nobara lo que sentía por ella. 

¿Por qué me había dado cuenta hasta ahora? 

Tal vez, me sumí mucho en mis pensamientos, pero de un momento a otro me encontraba en mi oficina, se veía como un día común y corriente. 

Hasta que Toji entró a la escena. 

- Pero mira quién mierda se ha vuelto tan jodidamente importante. - abrió los brazos a modo de abrazarme. 

- ¿Así me saludas, fantasma idiota? - correspondí su abrazo. 

- Oye, no soy tan débil para morir, tú tampoco lo eres, compartimos genética después de todo. - se sentó en mi silla, colocó sus pies en mi escritorio. 

- De hecho, hace unos días estuve en Kyoto de visita. - abrió los cajones, en busca de alcohol. 

- El alcohol no está ahí, no soy idiota. - apunté hacia el cuadro en la pared. 

- Claro, después de todo tienes cerebro. - sonrió- Por cierto, maté a Naoya, cosas que pasan. - abrió el cuadro y detrás de este había un espacio en la pared, donde habían ciertas cosas; tomó la botella, sirvió un vaso y bebió de la botella. 

- ¿Por qué mierda te sirves en un vaso si vas a tomar de la botella? - él siempre era así, aunque realmente no me sorprendía ni me enojaba viniendo de Toji Fushiguro. 

- Para tí querida, para que no te quedes sin beber hoy. - sonrió ladinamente, tomando el vaso para dármelo. 

- Brindemos por la muerte de la verdadera escoria del clan, entonces. - choqué mi vaso contra la botella que él sostenía en mano. 

Ambos reímos ante eso. 

- Me gustaría que dejaras de huir. - dije en medio del silencio que nos acompañaba mientras veíamos el extenso ventanal, mientras veíamos Tokio. 

- ¿Huir de qué? - volvió a llevar la costosa botella a su boca. - De tu destino, Megumi sigue sin saber la verdad y cree que su padre simplemente lo abandonó. 

- Él está con Satoru, mejor que nunca, el otro día ví que viajaron a la playa, tenía la misma cara de amargado que su madre. - su tono era indiferente, si no lo conociera, diría que no le importaba. 

La realidad era que le dolía. Con el alma. 

- Vamos, tú y yo sabemos que te hubiera gustado actuar tu papel de "padre" en vez de fingir tu muerte. 

- Era eso a que él y yo estuviéramos como su madre, bajo tierra. 

- Lo sé, aún así, deberías venir a Tokio más seguido. 

- Ví a tu esposa el otro día, eres una suertuda de mierda. - cambió el tema. 

- ¿Te digo algo loco? Tengo la impresión de conocerla de toda una vida, y la conozco a penas de meses atrás. - sonreí. 

- Te tomaste menos de la mitad de un maldito vaso y ya estás con cursilerías, ¿que te pasó? 

Antes de que pudiera responder. Terminó la botella, colocándola en el suelo. Limpió los restos de licor de su boca con su antebrazo y suspiró. 

Bienes Comunes | Maki x Nobara (1).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora