lluvia.

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Me gustaría que todo aquello no hubiera sido un maldito sueño. 

Realmente me hacía emocionado con la idea de que Nobara me dijera eso. Pero que yo le contara de Nishimiya adrede tampoco era realista; debí de haberme dado cuenta en ese punto de que estaba soñando. Lo mejor era tal vez estar así. 

Ya que, aunque ella realmente me quisiera, en estos momentos no estoy para romances. Puede sonar bastante egoísta, pero a penas pasó todo con Nishimiya; y de Miwa a Nishimiya realmente no hubo un respiro. Quiero respirar, siento que me estoy ahogando. 

Eran poco más de las cuatro de la mañana, no podía volver a dormir. Es de esas veces que te despiertas por accidente de un muy buen sueño e intentas dormir para saber qué pasa después. 

No podía. Nada de lo que intentara en estos momentos me lo permitía. Eso era lo que más me inquietaba.

Dicen que para dormir, solo tienes que buscar la postura correcta. Me hice a la izquierda, a la derecha, boca abajo, boda arriba, abracé la almohada, saqué un pie de la cobija. Y nada de eso ayudaba. 

- Maki, deja de moverte. - dijo Nobara, antes de girarse y volverse a dormir. 

- Perdón- me enderecé y levanté. 

En estos momentos necesitaba ocuparme en algo, así que decidí ir al departamento por nuestras cosas, tal y como lo había prometido el día anterior.  

Me até el cabello en una coleta, me coloqué zapatos y salí, a esta hora nadie se fijaría en la ropa que traía puesta. 

A las siete estaba de vuelta en el hotel, a esa hora había turistas levantándose, o regresando a sus casas. Nobara seguía dormida, así que simplemente dejé su maleta en la mesa y me uní a ella. 

No pude continuar mi sueño; ni si quiera recuerdo que soñé después. 

Solo sé que cuando desperté eran las dos de la tarde y que había un espacio vacío al lado de mí. 

Juro que no pasaron ni cinco minutos cuando alguien entró a la habitación. 

- Oh, veo que despertaste, gracias por traer mis cosas. 

- No te preocupes, ¿cuánto tiempo llevas despierta? - me coloqué los lentes y me senté en el borde de la cama, contemplando mi pantufla de conejito. 

- Un par de horas, acabo de darme un masaje y lo único que quiero ahora es bañarme. ¿Y tú? - ella estaba feliz a pesar de que ayer me había reprochado quedarnos aquí.

- Menos de cinco minutos. Tenía igual pensado en darme un baño, pero espero a que termines y duermo tantito más. - me volví a quitar los lentes y me dormí. 

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Esta vez eran poco más de las seis. 

No sé por que estaba durmiendo tanto, es como si todo este tiempo, a pesar de no sentirme así, hubiera estado cansada. Como si hasta ahorita tuviera la paz suficiente para poder descansar.

Nobara estaba a un lado de mí, hojeando una revista, donde obviamente, ella salía. 

- ¿Qué hora es? - no me molesté en acomodarme, solo contemplaba el techo. 

- Las seis, comí hace rato, pero te estoy esperando para cenar. - cerró la revista y me miró. 

- ¿Sí? ¿Podemos pedir la cena a la habitación? - la miré. Su mirada tenía algo de preocupación. 

- No necesitas preguntar, tú estás pagando todo esto. - ella soltó una carcajada. 

- Si tu lo dices...

Bienes Comunes | Maki x Nobara (1).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora