florería.

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Cuando desperté Nobara seguía pegada a mí, se movía más hacia mi pecho, como si tuviera frío. 

Ahí fue cuando visualicé que ella había pateado la cobija en la noche, la diferencia es que yo no había sentido el frío. 

Me enderecé a medias y con la mano derecha (la que tenía pegada a la pared) tomé la pequeña pero gruesa colcha y nos tapé de nuevo con ella. Noté como al instante se calmó y volvió a dormir tranquilamente. 

Suspiré profundamente y volví a cerrar los ojos. 

No supe cuánto tiempo pasó, pero escuché como la puerta de abajo se abrió:

- Panda, maldito, no hagas tanto ruido, déjame dormir. - Dije, en mi mente panda llegaba de la escuela ya que él era el único que iba en la mañana. Abrí el ojo de golpe. 

Panda estaba en Tokio. Ah, cierto era Nobara. 

-¡¿Nobara?! - me levanté rápidamente y bajé corriendo hasta la cocina.

Ella estaba sirviendo en un plato lo que parecía ser comida china. 

- Eso huele muy bien, ¿qué hora es? - me até una coleta y me senté a la mesa. 

- Mmm si no estoy mal casi las cuatro de la tarde, deberías dejar las pastillas para dormir. - sacó unos palillos de madera de la bolsa del restaurante y suspiró. 

- Ayer solo me tomé una, no quería ir a molestarte - estaba confundida, ¿por qué habría dormido tanto?

No tomé pastillas para dormir. No más de lo usual. En la mañana inclusive pude abrir el ojo y jalar la cobija. ¿Qué era entonces? ¿Qué pasó? 

Que haya dormido en exceso dudo que tenga que ver con Nobara, o el Udon, tal vez el viaje. Sí, estaba cansada por el viaje. 

- Bueno, entonces simplemente estabas cansada y ya, se te va a enfriar la comida. - Ella sostuvo los palillos a centímetros de su boca, soplando suavemente para enfriar lo que parecía ser pollo agridulce.

Asentí con la cabeza y despreocupadamente me llevé un poco del pollo a la boca. 

Grave error. Esa cosa era fuego. 

- ¡Ahhhh quema, MIERDA! - exhalaba aire por mi boca mientras que una Nobara indecisa no sabía si reírse o regañarme por ello. 

- Te dije que estaba muy caliente pero estabas en tu mundo. - no pudo mantener el semblante serio más de dos segundos cuando comenzó a reír con fuerza. 

Cuando ella aún no había terminado de reír, yo ya me había pasado la comida, nunca volvería a no fijarme en la temperatura de la comida antes de ingerirla, estaba decidido. 

Me senté con tranquilidad en la mesa y esta vez, si soplé sobre el pollo, de los errores se aprende al fin y al cabo. 

- Oye Maki - su rostro volvió a tener seriedad. Asentí a sus palabras. 

- Tu odias el apellido Zenin, ¿no es así? - tragué seco. No esperaba que me preguntara tal cosa. 

- Más de lo que te imaginas, no tengo ni maldita idea del porqué sigo en el clan - ella quedó sorprendida, al menos así parecía, no sé a dónde vino su pregunta ni de dónde vino mi respuesta. 

- ¿Qué pasaría si tú Maki Zenin dejaras de formar parte del clan Zenin mismo? Hipotéticamente hablando, claro - preguntó, con miedo. ¿A qué venía eso? 

Como una iluminación divina, obtuve mi respuesta a sus preguntas, Naoya. Ese idiota. Seguía interfiriendo en todo, después de todo aquel sueño no se equivocó del todo. ¿Por qué en un momento como este?

Bienes Comunes | Maki x Nobara (1).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora