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¿Era así como se volvía uno loco?
Lo revivo con claridad, sigue siendo difícil bloquear el recuerdo de su rostro impasible salpicado de su sangre, la misma sangre que me llegó a alcanzar. Ví como sus hombros fueron cortados, su cabeza siendo deformada y partida en pedazos. Quedé mudo, perplejo con la escena sangrienta, una de las tan pocas que no quería presenciar, nunca. Tardé en reaccionar, balbucee hacia él y quise arrastrarme, tocarlo, verificar que aún estaba vivo, que seguía conmigo, pero no pude moverme, no pude acopiar mi valor y tuve ganas de vomitar.
Los recuerdos... son sombras que aún permanecen en nosotros.
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Ambos permanecian sentados en el barro de la lluvia, espalda contra espalda, manos y pies atados y una cuerda que los unía a los dos
Seokjin empezaba a sentir las piernas dormidas debido al golpe que el hombre le dió en la columna para dejarlo débil y dominarlo en el suelo, no sabe cómo se le ocurrió agarrarlo de atrás sabiendo que ese loco se movía más rápido que una abeja
Había fallado, cuando quiso saltar sobre el hombre y disparar ya lo tenía encima.
De cerca pudo verlo bien, tenía una tez envejecedora pero a la vez no pasaba de unos cuarenta años, su energía aterradora y sádica lo hacía ver más adulto, más cansado. Unas cuantas arrugas le decoraban junto a los ojos y una línea fina blanca de cicatriz que iba desde el mentón a la comisura de los labios. Quiso saber si alguien sería capaz de acabar con él
Jungkook lloraba, su cabeza se apoyaba en la de Seokjin dejando que la lluvia le diera de lleno en todo el rostro y se mezclara con sus lágrimas. Todo en su interior se estaba revolviendo en desesperación pero iba a dejar que lo consumiera. Era difícil de determinar la conclusión de la noche, la rabia lo ahogaba por no poder hacer nada, sus manos estaban sangrando detrás de su espalda y ardían contra la frotación de la cuerda
Quería soltarse y desgarrar con sus manos la piel de las dos personas frente a él. Al contrario de Seokjin que le costaba seguir el guión del plan, Jungkook se había metido tanto en el papel que le ardía en llamas el dolor del corazón, le ardía en sufrimiento pensar en Taehyung muerto, era doloroso, insoportable, y pese a que era una simulación era un dolor que no podía apagar, lo descontrolaba
- Está muerto -Sollozó-. H-hyung, está muerto
Seokjin apretó los párpados y dirigió la vista al bosque. Woojin no estaba cerca, el llanto de la bebé no se escuchaba, lo cual era bueno, pero había unos movimientos extraños, pocos minutos atrás mientras el psicópata hablaba con Baekhyun escuchó el crujir de una rama, y ahora detrás de ellos, desplazándose entre las sombras de los árboles y la niebla se movía una silueta
