Capítulo 37 - La vida, la muerte y el tiempo...

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"¿Será que es tiempo lo que falta para percibir? ¿Será que tenemos ese tiempo para perder? ¿Y quién quiere saber? La vida es tan rara, tan rara

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"¿Será que es tiempo lo que falta para percibir? ¿Será que tenemos ese tiempo para perder? ¿Y quién quiere saber? La vida es tan rara, tan rara...

Lenine

24 de diciembre 2015

Forêt Montmorency, Canadá

Morir, es tan natural como nacer.

En la actualidad aún no somos capaces de hablar con tanta naturalidad sobre el tema de la muerte, vamos que, sin darnos cuenta disfrazamos el tema con otras palabras, por ejemplo, está muy enfermo, solo está un poco cansado... eso es lo mismo que decir que alguien está por morir.

Ni siquiera cuando nos encontramos ante la persona que muere sabemos que decir, es más, la misma persona que está muriendo no sabe ni que decirle a los que lo acompañan en los últimos días.

La muerte, se podría decir, se ha vuelto un tabú.

Se dice que cuando morimos, solemos ver a las personas que nos cuidan desde el cielo, la pregunta de ahora sería: ¿Sabemos cuándo estamos por morir? ¿Somos capaces de empezar a sentir cuanto tiempo nos queda? ¿Podemos presentir cuando el tiempo empieza a pasar de años a... segundos?

He escuchado a gente decir que el tiempo suele percibirse según lo que se está viviendo; ya sé, suena raro si lo decimos así. El punto es que, por ejemplo, dicen que:

Para los enamorados el tiempo es maravilloso, casi mágico.

O quien no ha pasado por la ironía de que cuando llevamos poco tiempo para algo el tiempo parece tener un turbo incluido y cuando esperamos por algo parece caminar como una tortuga.

O también que cuando estas triste es casi un calvario y cuando estas feliz es corto.

Ah, que los amores eternos suelen contar con el tiempo más breve.

Pero hay algo más, algo esencial sobre el tiempo, algo que sé que estoy olvidando, el tiempo, el tiempo...

Navidad no era su fecha favorita, pero quería celebrarla con las personas que en estos momentos se encontraban riendo y conversando mientras la cena para esa noche era preparada.

Quería volver a sonreír en Navidad.

En una bandeja, un gran pavo era condimentado y adornado por Amelia y Hanna, quienes irradiaban amor, jugando en el proceso de elaboración del platillo.

Lorena sonrió ante la imagen, les tenía un gran cariño a ambas y sabía que el destino las había juntado y su vida en pareja estaría llena de felicidad, pura felicidad y verdadero amor.

SATURN © [#1 Cerises] ✔️ NUEVA VERSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora