Historia es, desde luego exactamente lo que se escribió, pero ignoramos si es lo que sucedió.
Enrique Jardiel Poncela
15 de febrero 2008
Nueva York, EE. UU.
Se dice que las historias, suelen ser en la mayoría de los casos, una presentación de lo que se espera que se conozca de la historia.
Lorena, desde la superación del duelo de la muerte de sus padres, supo que había algo que en su momento se le relevaría, cuando contara con la edad y madurez necesaria para afrontarlo.
Antes de cumplir los veintitrés años, fue cuando decidió por fin, indagar aquello que, de alguna u otra forma, sabía que su nana resguardaba con preocupación, desde hace muchos años.
— Nani, yo sé que es difícil para ti, pero no puedes seguir guardando aquello que tanto te perturba — le dijo la pelirroja y sostuvo las manos de la mujer, para transmitirle la confianza de que podía revelar todo sin miedo.
— Yo, lo único que pido, es que no guardes rencor, la decisión que tomes, la entenderé, solo no dejes que tu corazón se llene de la oscuridad del odio y el rencor.
Aquellas palabras, preocuparon otro tanto a Lorena, pues, con ello, confirmaba que lo que se le diría, era más que delicado.
— Aquella noche de la muerte de tus padres, el comandante Jefferson, me dijo que el avión de tus padres había sido atacado — comenzó a relatar —. En aquel tiempo, no sabían con seguridad si el atacante del avión era un pasajero más o simplemente había dado la indicación de que se atacara.
— Pero mis padres no tenían enemigos, eran personas muy amadas.
— Lo sé, mi niña, lo sé, fue lo mismo que yo le dije al comandante, pero el simplemente no tenía respuesta alguna en ese momento.
— ¿En algún momento se supo que sucedió? — Lorena empezaba a ansiar las respuestas, la información de todo lo sucedido.
Y Sophie ya no podía negársela.
— Si, hace ya tres años, se me fue entregada toda la información...
— Y ¿por qué esperar a que yo preguntara?
— Porque ni yo misma, en estos tres años, he podido aceptar lo que he leído en esas páginas, simplemente es algo que no he podido asimilar y he vivido no con el miedo de como reaccionarás con la noticia, porque sé que tu corazón es noble. En realidad, he vivido con el miedo de que algo te suceda si la información llegaba a ti en ese tiempo.
— Realmente me estás preocupando, nani.
Sophie se levantó de su lugar, caminó a un pequeño mueble escondido de la cocina y de ahí, extrajo un sobre, mismo que abrazó a su pecho y luego de largar un pesado suspiro, lo extendió hacia Lorena.
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SATURN © [#1 Cerises] ✔️ NUEVA VERSIÓN
RomanceEnamorarse, amar, reír, llorar, triunfar, fracasar, todo es parte de la vida, pero... ¿Será que algún día, así como somos capaces de hablar de la vida de forma tan natural, lo hagamos de la muerte? El camino de vida, según algunas creencias, ya se...