Día Siete (Capítulo 28)

53 7 0
                                    

¡Hay!, ¡Al fin llegas!. Exclamó ella preocupada, camina hacia mi y me abraza.

Suelto una risita.

Estoy bien, amor. Beso su cien.

¿Qué andabas haciéndo?. Preguntó separándose de mí con un poco de curiosidad en sus ojos.

Si te digo no me creerás. Caminé hacia el sofá, y en senté, ella me seguió y tomó asiento a mi lado.

Dime.

Mi papá está libre. Digo con un tono de voz apenas audible.

¿Qué?. Dice ella con pánico e su voz, levanto la cabeza y sus ojos son miedo puro.

Lo que oiste. Yo... yo lo tuve que buscar a la comisaría. Luego.. lo lleve a un lugar dónde puedan atenderlo y darle la vida que... que... ¿merece?. No lo sé... Es solo que... Me dio algo de.. lástima dejarlo en la calle diambulando por ahí. Dije expulsandolo todo.

Ella trataba de asimilar todo, asintiendo lentamente, cómo buscándole significado a cada palabra, su ceño estába levemente fruncido y sus ojos perdidos en un punto fijo de la pared.

¿Y... que pasará con él?. Preguntó luego de unos segundos.

Mmmm.. No lo sé. Lo único que sé es que mañana me...

Shhhhh. Me besa.

[...]

Estábamos en mi habitación, mirando el techo, mi madre no había vuelto en todo el día. Quizás sea porque que le dije que quería pasar tiempo con ____________.

Hey, y... ¿Cómo te sientes, con... todo ésto?. Habló ella.

Mierda. Con tantas cosas en mi mente que... no me había hecho esa pregunta. ¿Cómo me siento con todo ésto?.

No lo sé. Es... complicado.

Oh vamos, cuéntame.

Estoy... nervioso, ya sabes la universidad, el cambio de lugar y todo eso.. Ella asintió. Y.. bueno, no quiero dejar éste lugar, en dónde he pasado toda mi vida, dejar a mi mamá, a ti, a los chicos, me asusta, me asusta que cuándo yo no éste les pase algo a alguno de ustedes, ese es mi mayor temor.

Ella ladea la cabeza y sonríe.

Eres un tierno, Horan. Me voy a cuidar muy bien. Me sonríe, pero no consigue que la sonrisa le llegue a los ojos.

¿Y tu... estás bien?. Su sonrisa se desvanece poco a poco.

Eh... sí... También tengo miedo que algo te pase mientras no esté contigo, y bueno, estoy feliz por ti. Sonrió de nuevo y ésta vez sus ojos soltaron un brillo especial.

Te amo, ¿lo sabías?.

Te amo aún mas, ¿lo sabías?

Me acerqué a ella y la besé. Sus labios, sus dulces labios, me encantan. Son tan dulces, tan carnosos y jugosos, tímidos y a la vez traviesos. Me vuelven loco. Me transportan a un mundo del que luego no puedo salir. Ella me tiene loco.

El beso cada vez iba poniéndose más y más intenso.

Cambiamos de posición y ella quedó encima de mí. Hay por Dios. Estába sentada en mi regazo, justo encima de mi amigo, que al instante se activó. Maldita sea.

Me vuelves loco, ________.

Ella sonrió a mitad del beso y mordió mi labio. Haciéndome convulsionar. Enredaba sus manos en mi cabello mientras me besaba, yo tenía las manos en su cintura, que bajaron a su trasero, ella soltó un tímido gemido.

Subí las manos a su camisa para quitársela, cuándo se la quité, la puse a un lado. La acosté suavemente y comencé a besarla desde el cuello, despacio, disfrutando de su dulce y suave piel, bajando por sus clavículas.

[...]

Eran las 21:00 horas y estábamos acostados, aún recuperándonos de lo que habíamos hecho. Sonreí un poco. Había sido dulce y salvaje a la vez.

Estába acostada sobre el pecho de Niall, y él hacía circulitos con sus dedos en mi espalda desnuda.

-Debería irme a casa, tienes un montón de cosas que hacer, ¿no?.- Suelto de la nada.

-No quiero que te vayas aún.- Dijo apegándome más su cuerpo, cómo si fuera posible.

-Niall, luego perderás el avión por mi culpa...-

-Shhhh...- Y me da un beso.

my little angel »-> n.h Donde viven las historias. Descúbrelo ahora