Día Uno, Parte Dos (Capítulo 21)

114 8 0
                                    

Sábado 21 de Agosto de 2013, 8:45am.

Estába tratando de pasar de nivel en Temple Run, cuándo tocan mi puerta.

-Pasa.- Grito sin apartar la vista de mi celular.

Abren la puerta y la cierran.

-¡____________!.- Habla Lottie.

-¡Silencio!, ¡Trato de pasar de nivel en Temple Run!.- Grito sin apartar la vista de la pantalla de mi celular.

Siento cómo unas pisadas se acercan a mí, pero le resto importancia, y antes de que pueda llegar a los 77000km alguien me arrebatan el celular de las manos.

-¡Oye!.- Grito en protesta. - ¡Iba en el kilómetro 77000!.- Grito nuevamente, pero ésta vez molesta.

-Nosotras preocupadas por los vestidos, la peluquería y todo eso. Y tu jugando Temple Run.- Me regaña Allison.

-Bien. Dejaré de jugar, lo prometo, pero dame mi celular.- Digo suplicante.

Me lo entrega, charlamos por un rato más, hasta que se hacen las 11:30am. Decidimos salir a comer algo.

Ya había salido el sol y empezaba hacer calor, cambié mi sudadera por una blusa suelta blanca con unas letras en negro.

Salimos de la casa y decidimos caminar hasta el centro comercial. El camino no era ni tan largo ni tan corto, era medio. Pasamos la calle un par de veces y llegamos al centro comercial lleno de gente.

Ellas hablaban entusiasmadas por el baile, y yo... sumergida en mis pensamientos, pensando en cómo pasar más tiempo con Niall. El nudo de mi garganta no se ha ido. Llevo dos días así. Aguantando las ganas de llorar, guardándome todo. Ellas no saben lo de Niall. Aunque próximamente a lo mejor se van a enterar.

Llegamos a la feria de la comida, opté por comer una Big Mac con papas fritas grandes, junto con una Coca-Cola. Esperamos a que nos entregaran la comida. Cuándo en la fila, fue nuestro turno para retirar la comida, él chico que nos estába atendiendo, no era un simple chico... No... Era... Jacob.

El color se me fue del rostro, comencé a sentirme mareada y mis palmas sudaban.

-Aquí tienen su... su...- Levanta la vista y parpadea varias veces. - ¿___________?.- Me mira de arriba a bajo, lo que me causa un escalofrío.

-La misma.- Responde Lottie por mí.

-Has... has cambiado mucho, eh.- Responde seguido de una sonrisa de lado.

-Gracias.- Respondo algo seca, tomo mi bandeja y me propongo a buscar una mesa en la cuál sentarnos a comer.

Cuándo por fin escojo una, me siento, y miro cómo las personas van de allá para acá, de allá para acá, algunos hacen un paseo mirando las vitrinas de cada tienda, otros van apurados, otros buscan algo en específico, me pregunto, ¿Qué buscarán?.

Un estruendo en la mesa, hace que salga de mi trance. Levanto la vista y me encuentro a las tres chicas mirándome impacientes.

-¿Qué?.- Respondo de mala gana, en serio, ese chico me ha arruinado el día.

-Jacob es tan... Tan... lindo.- Dice Chrisi y se tapa la boca al instante.

-Pues te lo regalo, es todo tuyo.- Digo y comienzo a desenvolver mi hamburguesa.

Todas comimos en silencio, cuándo terminamos ninguna quería bajar. Yo bajé y Jacob me guiñó el ojo y yo en susurro le dije "Tengo novio", el abrió los ojos sorprendido y luego volvió a su trabajo.

Cuándo iba por la salida del negocio, oí pisadas, eran ellas que venían en cuclillas para que no las viera Jacob.

-Okey, ya me están hartando. ¿Qué pasó?. ¿Porqué tanta vergüenza estúpida con Jacob?.- Digo algo irritada.

-Es que... Él es...- Tartamudea Chrisi.

-¿Él es qué?.- Gruño.

-Mi cita para el baile.- Cerró los ojos y apretó los labios esperando un grito de mi parte, yo sólo me voltee y seguí caminando.

Ignoré los gritos de las chicas, miré mi reloj y eran las cuatro y media de la tarde. Ya casi eran las cinco y no me he arreglado ni el cabello ni las uñas.

Decidí dirigirme a la peluquería. Cuándo llegué por suerte no estába tan lleno, me pasaron enseguida. Yo pedí que me rizaran el cabello con ondas suaves.

Mientras me hacían eso en el cabello, rogaba porque las chicas no me encontraran. No estába molesta con Chrisi, pero había algo que me revolvía el estómago. Él me hizo mucho daño, que le pueda hacer a ella también, y quién sabe, hasta peor. Ya entiendo... Siento todo ésto por miedo, por miedo de que le haga lo mismo que a mí o peor. Sé que puede ser capaz de hacer él.

Al cabo de unos minutos más, mi cabello queda a la perfección. Decido ir a casa y pintar mis uñas por mí misma, no quiero gastar mucho dinero en ello.

Caminé hacia la salida y agradecí a Dios que no las vi, seguí el camino hasta mi casa que no queda tan lejos y se hicieron las seis. Ya faltan dos horas.

Subí las escaleras de dos en dos hasta que llegué a mi cuarto, me encontré con una sorpresa.

my little angel »-> n.h Donde viven las historias. Descúbrelo ahora