my little angel »-> n.h

¿¡ALGO PUEDE SER MEJOR!?. (Capítulo n°3)

El sonido de la alarma de mi celular me despertó de mi placentero sueño, empecé a abrir los ojos con dificultad hasta que los pude abrir como normalmente lo hago, en frente de mí estaba un Niall dormido, se veía tan dulce así, sus labios estaban cerrados, sus párpados también lo estaban.

Puse mi mano en su mejilla mientras le hablaba para que despertara, unos minutos después lo hizo.

-¿Qué hora es Ángel?.- Voz de dormido.

-Las 7:09.

-Mmm.- Gruñe. -Cinco minutos más.- Se voltea dándome la espalda.

-Por si no lo recuerdas, hoy es martes.

-¡Hay, coño!.- Se levanta, está sin camisa... Sus torso... -¿Que vez?.- Dice con la ceja alzada.

-Es que no sabia que no tenías camisa.- Me paré y me desperecé.

Abrí la ventana y olí el olor a flores en la mañana, tenía una temperatura fresca, como me gustaban las mañanas, normalmente acompañarlas con un café calientito, solo eso. Me voltee a ver a Niall que me veía sonriendo sin mostrar los dientes. Me acerqué a él y le dí un beso amistoso en la mejilla.

-Si quieres vas al baño, iré a preparar el desayuno.

Dije antes de retirarme a la cocina.

Niall's Pov:

-¡Te voy a matar!, ¡Te tomaste todo mi café!.- Dice roja de la furia, apuntándome con su dedo índice. -¡Sabes que amo tomar café en las mañanas como éstas!.- Dice para añadir un gruñido de frustración al final.

-¡Tienes que comer!.- Dige acercámdome a ella con un plato con una tostada.

-No.- Se cruza de brazos como una niña pequeña.

-Sí.

-No.

-Sí.

-No.

-Sí.

-No.- Hace un puchero.

-Okey... Hagamos un trato.- Digo mirándola fijo.

-Depende de cual sea.- Dice con la ceja alzada.

-Te comes ésto y te compro un café en Starbucks. ¿Aceptas?.- Le extiendo la mano.

-Trato hecho.- Dijo arrancándome el plato de las manos.

Tomó la tostada y la partió en dos, la primera mitad dudó en comersela pero lo hizo, la segunda lo hizo sin pensar mucho. La felicité, ¡Por fín logré que comiera!.

Eran las 7:49, a las 8:30 entrabamos a clases. La llevé a Starbucks en el auto, pidió su café y yo pasé el dinero para que lo pagara.

Llegamos a la escuela y la tomé por la cintura, tembló, cuándo llegamos a los pasillos, se puso rígida, no se veía a Claire por ahí, gracias al cielo, no quiero que le hagan daño.

Dejé que tomara las los libros de la materia que nos tocaba a primera hora, no queria dejarla sola. Luego fuimos al área dónde está mi casillero, busqué los libros y nos fuimos al aula. Faltaban 30 minutos para pasar y estaba cerrada.

Entonces, se me ocurrió el mejor plan de todos. Llevarla a mi escondite. La tomé de la mano y pude ver la confusión en su rostro, tenía el ceño fruncido y un "¿A dónde me llevas?", salió de su boca. Nos escabullimos por varios pasillos, hasta que llegamos al pasillo al que todos les tienen miedo o solo van para follar, en ese pasillo había una puerta cerrada con llave, la cual tenía yo. Abrí y el pequeño salón con hermosas ventanas que dejaban ver el jardín trasero del instituto.