Día Dos (Capítulo 23).

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Abro mis ojos, mi respiración se encuentra obstruida por un objeto, oigo unos pitidos provenientes de mi lado derecho. Un fuerte dolor de cabeza me invade por completo. Enfoco mi vista en el techo blanco.

Estoy en el hospital.

Miro hacia mi brazo y ahí está la aguja clavada. Recorro toda la habitación con la vista, y me doy cuenta que es la misma en la que estuve la última vez.

No estoy muerta.

Los recuerdos de la otra noche llegan a mi mente, como balas que se clavan en mi corazón, justo así. Mis ojos amenazan con botar todas las lágrimas, pero yo me opongo.

Me doy cuenta de que en la habitación no hay nadie, sólo yo.

Estoy sola.

Una lágrima sale de mi ojo izquierdo. Mi corazón de arruga por completo.

¿Y dónde están las personas que supuestamente me querían?.

¿Dónde?.

Me quito la máscara de oxígeno y puedo respirar mucho mejor. Trato de subir las manos a mi cabeza, el dolor se hace más agudo. Y puedo notar que hay una venda envolviendola.

Me asusto.

¿Me habré fracturado la cabeza?.

Obvio no, sino estuvieras muerta, idiota.

Cierto, en parte es cierto.

Me quito las agujas molestas que están clavadas en mis brazos y me dirijo al baño.

Tomo el picaporte en mi mano, pero éste esta trancado. Frunso el ceño y vuelvo a moverlo pero ésta vez más rápido. Hasta que termino por buscar las llaves en las gavetas de la mesita de noche que está al lado de la cama.

Pongo la llave en la cerradura, y la abro. Tomo el picaporte y lo giro con cuidado. La ducha estába funcionando y eso me asustó.

Abrí la cortina y...

Niall se estába bañando.

-¡Mierda!.- Grita y se tapa con las manos.

-¡Lo siento, lo siento, lo siento!.- Dije cerrando la cortina.

Me quedé paralizada un momento en el mismo lugar, el cerro la regadera y ambos soltamos una carcajada.

***

-Por un momento pensé que estába sola.- Sonreí de lado.

-¿Porqué?.- Preguntó haciendo círculos en mi nuca.

-No lo sé, pensé todo lo malo primero.- Dije y suspiré. -¿Alguien sabe qué estoy aquí?.-

-No tienen porqué saberlo.-

-Pe.. pero..- Me interrumpe.

-Shhh, tranquila.- Me sonríe y une nuestras manos, yo la agarro fuertemente. -Ayer, me diste un susto bastante feo.- Dice con la voz baja.

-Perdón.- Bajo la cabeza.

-¿En qué pensabas al no mirar la calle al pasarla?.- Sube el tono de voz.

-Yo, yo, no lo sé.- Miento.

-Sé que mientes. Sé que algo te pasó. Dime la verdad. ¿Fue Jacob, no?.- Habla serio.

-No, él, no, yo..- Hago una pausa y respiro levemente. -Okey, te diré.-.

(Le conté todo).

-No puedo creer que te haya hecho eso. ¿Cómo se atreve a decir eso?. Ugh, es que si pudiera lo matara.- Dijo apretando su mano, hasta que los nudillos estaban algo blancos.

my little angel »-> n.h Donde viven las historias. Descúbrelo ahora