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Narra Laura:

El cielo se ha puesto negro, en todo su esplendor, sin mencionar que no deja pasar los rayos del sol ni un poco. Ayer fue una de las peores noches que he pasado en toda mi vida, bueno, no tanto gracias a Adam, Dios! ¿Porque está pasando esto?. Ayer, en la noche, todo fue tan... ¿Perfecto? No sé! Cuando estuve en sus brazos, la forma en la que cuido de mi, su forma de hablarme, anoche fue como si nunca nos hubiéramos rechazado, como si fuéramos la pareja que debimos ser.

Pasó mi cabello para atrás y doy un sorbo a mi botella con agua, Adam ahora se está bañando aquí en mi cuarto, mientras se supone que yo estoy almorzando aquí en la cama, es raro, parece que se va a quedar un buen rato, ya que trajo una mochila con varias cosas suyas; Ropa interior, Unas sudaderas, Jeans, Desodorante, Perfume entre otras cosas. Por instinto dejo mi charola de comida en la mesita de noche y cojo una sudadera negra con blanco de su mochila, valla, es demasiado grande, y huele delicioso a el.

Por instinto dobló las piernas y me la mido, wow, soy evidentemente mucho más pequeña que el, me gusta mucho este diseño de sudadera, la acerco a mi nariz y aspiro con fuerza su olor, el olor de mi mate, me doy cuenta que eso hace que me sienta me...

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Por instinto dobló las piernas y me la mido, wow, soy evidentemente mucho más pequeña que el, me gusta mucho este diseño de sudadera, la acerco a mi nariz y aspiro con fuerza su olor, el olor de mi mate, me doy cuenta que eso hace que me sienta mejor, y me guste o no eso le agrada a mi loba y, tal vez un poco a mi.
Cierro los ojos y vuelvo a oler fuertemente la tela.

- Si quieres te la regalo - doy un pequeño brinco al oír la voz de Adam por fuera del baño - Te vez bien con ella -

Bajo la cabeza sintiendo como mi rostro se ha puesto totalmente rojo, Por Dios que vergüenza, ¿Cuánto tiempo llevará ahí?, ¿Porque no le di cuenta que ya había salido?.

Con el poco orgullo que me queda dejo la sudadera a un lado de mi sin levantar la cabeza, Adam camina hacia mi a paso lento.

- No tiene por que darte vergüenza, al final de cuentas, lo que es mio es tuyo de ahora en adelante - se sienta en frente de mi, tiene puesto un pantalón de ejercicio negro, mientras el torzo lo tiene al descubierto, no despeja su mirada de la mía, trata de buscarla a toda costa.

Quisiera decirle tantas cosas, pero para mi mala o buena suerte aun no ha regresado mi voz, aunque de ley ya tengo un mejor aspecto, no como del de ayer, ya tengo un poco mas de piel en el cuerpo, y el color ya ha regresado a mi. Gracias a Adam. Su mano levanta mi rostro, haciendo que lo mire, noto algo raro, no se, algo como... ¿Desepcion?.

- ¿En algún momento tenias planeado decirme lo que te estaba pasando? - regresa su mano con el, niego lentamente dándole a entender que no, jamas le hubiera dicho de mi condición, mucho menos le hubiera pedido ayuda. ¡Maldito Orgullo!. - ¿Sabes que te hubiera pasado si no hubiera llegado ayer? - asiento desanimada bajando la mirada, suelta un suspiro bastante largo - ¿Tan mala es mi presencia?, ¿Tanto me odias que preferirías morir que estar solo unas horas o unos días conmigo? - pregunta/grita desesperado y un poco dolido, inmediatamente comienzo a negar y por tonta intento hablar, mala elección, ya que enseguida un horrible dolor punzante se hace presente en mi garganta haciéndome colocar mi mano al rededor de ella para tratar de calmarlo.

~No es lo que crees ~ Por primera vez hablo por el Link Mental ~ Estas equivocado, todo lo que estas diciendo son mentiras, cuando una persona tiene miedo hace cosas sin pensar y comete muchas estupideces, eso no significa que no haya querido estar contigo, mucho menos pasar los últimos momentos de mi vida contigo, tenia miedo de que te aprovecharas de mi debilidad y que terminaras lo que empezaste el día de tu boda ~

~ Aquel día yo solo iba a defender lo que es mío, y tú intentaste asesinarme lanzandome a esos árboles para que una rama perforara alguna parte de mi y así poder ser libre... Todo lo que siempre quisiste sería tuyo ~ cierro los ojos con fuerza al sentir que unas cuantas lágrimas amenazan en salir.

Respiro un poco agitada ya que con eso podría decir que me sincere un poco con el aquí. Su mirada no se ha despegado de la mia en ningún momento, y solo una boba sonrisa aparece en su rostro.

- ¿Defender lo que es tuyo? - pregunta con emoción.

¿Es encerio?, De todo lo que dije ¿Solo eso se le quedó?

Sin borrar sio sonrisa se levanta de la cama y se pone de cunclilas justo a lado de mi.

- Eres mía - un fuerte y hermoso cosquilleo se hace presente en mi estómago, con esas simples palabras hizo que toda la piel se me pusiera chinita - Y yo soy tuyo - toma mis manos entre las suyas - Esa marca en tu ojo, solo fue un accidente, Jamás quise hacerte daño Laura, en un intento de protejerte solo te lastime tanto física como mentalmente, pero estoy aquí, para remediar todos mis errores, cuidar de ti, y estar contigo - corto la distancia que queda entre los dos y me abrazo a su trozo desnudo hundiendo mi cara en el hueco de su cuello, y este me oprime contra el - En la vida volveré a dejar que te hagan daño - cierro los ojos y con esto, dejo caer unas cuantas lágrimas.

Disfruto de unos minutos más del abrazo hasta que me saca de mi comodidad.

- Laura, me está dando frío, ¿Me puedo vestir? - me alejo de el con rapidez al entrar en cuenta que solo trae puesto un pantalón, sin mencionar que el clima no es de ayuda.

Me siento otra vez en mi lugar y el se va a su maleta a sacar una sudadera, mientras yo miro con curiosidad la sudadera negra y blanco, pienso en ponermela pero mi cuerpo ahora no ayuda mucho, espero a que Adam se coloque la suya o al menos que le tape la cabeza para inmediatamente quitarme la que yo traía puesta y ponerme la de el, lo único que alcanza a ver es como me la acomodo, es bastante grande en comparación a mi esquelético cuerpo.

- Se te ve hermosa - sonríe - Pero acaba de desayunar - apunta a mi charola a un lado de mi.

Miro de mala gana la charola y luego a él negando con la cabeza.

- Laura no inventes te trajeron de desayunar bien rico - se acerca a la mesita de noche y toma la charola - Ya quisiera desayunar yo así - se sienta en frente de mi con la charola en sus piernas.

Frente a mí; pan tostado, huevos, unas tiras de tocino y un vaso de jugo de Naranja y un crosant con chocolate.

- Comete si quiera el crosant - me lo extiende - Entiendo que el huevo y el tocino puede dar asco, por favor, al menos comete esto - tomo el plato y lo pongo en mis piernas - Ándale cómetelo, te necesito fuerte - se acerca a una distancia poco considerable de mi y planta un beso en mi mejilla ¡O por Dios! Se aleja de mi y regresa a su maleta para sacar sus cosas, mientras yo como boba enamorada coloco mi mano en mi mejilla recordando la sensación de sus labios sobre mi piel.

Huyendo Del Destino ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora