• 24 •

1.1K 64 4
                                    

L A U R A

—¡Amon!, ¡Ya vámonos! —subo a la camioneta y aseguro mi cinturón.

—¡Ya voy!, ya voy —Sale de la casa con una mochila llena de instrumentos de torturas —Sé que necesitas salir del país ya, pero espera un poco —lanza la mochila al cofre.

—Apúrate que tengo prisa —enciendo la camioneta y al instante sube a ella.

—No tienes paciencia —partimos por la carretera al lado del bosque.

El camino es tranquilo, no hay nada extraño. Podría mudarme aquí. Construiría una cabaña y viviría una vida tranquila lejos de todo este mundo.

—Laura —llama mi atención el hombre a mi lado —¿Ya viste quién viene atrás?

Confundida volteo a ver por el espejo retrovisor y un Lamborghini negro aparece en nuestro campo de visión.


Adam

—¿Ahora qué? —pongo los ojos en blanco. No puedo creer que ese idiota no me deje en paz. Después de todo.

—¿Qué demonios está haciendo aquí?

—A mí no me mires. Mi relación con él no es buena, así que yo no le pude haber dicho que nos vamos del país —rio intentando no sonar nerviosa.

—¿Por qué nos está siguiendo? —su voz es ronca y dura. Definitivamente ellos jamás se llevarán bien.

—No lo sé, a lo mejor intenta matarme —miro por el espejo retrovisor que cada segundo que pasa esta más cerca de nosotros.

Pero no porque el subiera la velocidad, más bien porque Amon va más lento.

—¿Qué estás haciendo? —mi corazón se acelera.

—Busco dónde estacionarme

—¿Para qué? —Esto es malo

—Para hablar con ese animal, para que de una vez por todas te deje en paz — ¿Qué? Espera, no.

—A ver espera, No te detengas —me giro hacia el  —No puedes hacerme eso. Mira a lo mejor solamente nos está siguiendo por puras cosas tontas, déjalo. Ya después yo le preguntaré porqué —miro por el revisor, está exactamente atrás de nosotros. No disimula ni un solo poco que nos esta siguiendo —Déjalo que nos continué siguiendo, al cabo va a gastar mucha más gasolina —Amon me mira y comenzamos a reír.

Gracias a la Luna estamos a punto de llegar al Aeropuerto. Adam bajó la velocidad y nosotros al darnos cuenta respiramos una vez más. O bueno, yo pude respirar otra vez.

Enfrente de nosotros está el gran Jet privado de Amon junto con nuestro piloto de confianza.

Velkan MoldovanPiloto personal del Alfa Amon Miller

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Velkan Moldovan
Piloto personal del Alfa Amon Miller


Huyendo Del Destino ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora