XI

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Lou y Hazz (o tortolitos para mi);

Sé que les puede parecer extraño que les escriba una carta, pero no sabría cómo decir todo esto oralmente.

Primero que nada, gracias por ayudarme siempre que los necesité. No importaron las circunstancias, momento, lugar u hora, ustedes siempre estuvieron ahí. Por eso este es mi regalo en agradecimiento por todo eso...

Cada vez que salimos, puedo ver como ambos giran su cabeza cuando ven a una pareja con un crio en brazos. Sus ojos brillan y sonríen inconscientemente. Yo desde siempre dije que no iba a cargar en mi cuerpo a un ser vivo, pero ustedes son la excepción a que yo me planteara la idea.

Por eso, yendo al grano, quiero darles mi vientre para cargar a su hijo/a. Les doy mi panza para que ustedes pasen todos los momentos del embarazo en vivo y en directo. Al nacer, la criatura va a ser de su completa totalidad (aclaro esto porque vi varios casos que luego de años la madre biológica reclamaba a la criatura). Vamos a acordar luego los demás detalles.

Básicamente este es mi regalo. Sé que no es mucho en comparación a otros, pero es lo mejor que se me ocurrió y lo más accesible que pude pensar.

Tenía pensado regalarles un viaje por toda Europa, pero ni en pedo con la guita que sale.

Todo mi amor, Mi :)



La pareja rió ante el último renglón. Se secaron las lágrimas que en algún momento de la lectura brotaron de sus ojos y se levantaron para abrazar a Mía.

-Gracias. –le agradeció Harry sin separarse del abrazo –. No te das idea de lo mucho que lo agradezco.

-Y yo también, Mi. Gracias por darnos la oportunidad de ser padres y vivir todo el proceso –le agradeció Louis.

-De nada, tortolitos.

Los tres se abrazaron por un rato más. En silencio daban gracias por todo lo que lograron y lograrán juntos.

Por otro lado, los demás familiares que se encontraban junto a ellos en la sala de estar los miraban con una sonrisa de felicidad. Todos en ese cuarto sabían cuánto anhelaban Louis y Harry ser padres, vieron la decepción en sus miradas al volver con noticias negativas de un centro de adopción, vieron la esperanza en la espera de otra llamada de otro centro, y ahora por fin veían la felicidad al lograr su sueño.

Mía había hablado con Carla, su pareja, sobre este tema. Carla sabía de la situación de la pareja y estuvo de acuerdo en que su novia les brindara su vientre para cargar a un ser. La amiga de la pareja le había planteado la situación a su pareja ya que capaz no estaba de acuerdo en que ella cargara con alguien que después no sería su hijo, pero por su fortuna, eso no pasó. Al contrario, Carla la alentó a dar esa sorpresa en el décimo aniversario de la pareja y la ayudó a redactar el escrito.

Mía se separó del abrazo, secó las lágrimas en las mejillas del castaño y luego en las del rizado.

-No lloren o yo lloro –avisó con una sonrisa.

-Qué importa, ya todos estamos llorando –dijo Carla acercándose a su novia y abrazarla por detrás.

En ese momento, los novios se percataron de ese pequeño detalle, y Louis se apresuró a preguntar:

-¿Vos estás de acuerdo con que Mi haga esto?

-Totalmente. El hecho de que ella no quiera ser madre es algo que me aclaró desde el comienzo de nuestra relación, mas sin embargo eso no evita que pueda hacer con su cuerpo lo que desee, y si Mi quiere cargar con su hijo, yo no tengo por qué opinar –se encogió de hombros –. Aparte, si en un futuro queremos nuestro propio engendro, yo lo puedo cargar en mi vientre.

-Esa no la había pensado –confesó Mía con los labios formando un puchero –. Qué inteligente que sos, amor.

-Nada nuevo –contestó y plantó un beso en los labios extendidos de su novia.

Harry y Louis las miraban enternecidos. Ellas fueron las primeras en conocer y aceptar su relación, cosa que hacía el momento más especial. Los cuatro eran un grupo de amigos desde la primaria, aunque poco a poco la amistad se alejó y dio paso a dos parejas hermosas.

-De nuevo, mil gracias –agradeció por decimocuarta vez Harry.

-Si seguís agradeciendo, tu futuro hijo va a conocerte sin pelotas y tu novio se queda sin entretenimiento –advirtió con cara seria.

-Amor, callate –le ordenó Louis llevando su mano a la entrepierna de Harry, intentando proteger ese área.

-Me callo –asintió obediente.

-La amenaza de las bolas, nunca falla. 




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Hi!

Cómo están? Qué cuentan? Algo para opinar?

Perdón que estuve medio colgada con actualizar, probablemente en una semana no suba otro, salvo que me inspire de la nada para poder hacer algo decente *llora en bloqueo escritor*. Aparte se me rompió el cargador de la compu  y escribir por el celu es un dolor de huevos. 

Un capítulo corto, pero es lo que más pude hacer, perdón :(

Vieron lo bonito que estaba Hazz en Harryween? 

Recuerden cuidarse, tomar agua, comer y ser amables <3. 

Si pueden voten, comenten y difundan porfas. 

Si quieren dedicatoria en un cap, digan acá:

Les parece que al inicio de cada shoot empiece a poner la edad y era que me imagino de cada uno??

Las/os/es quiero <3. 


Love, C

Ensalada de frutasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora