8. Ojos que no ven, mente confusa.

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Actualidad

Camille, Camille, Camille...

Buenos días.

¿Pensaste que por tu pequeño ataque de nervios y ansiedad íbamos a dejarte escapar?

No.

Has recordado algo, ¿verdad?, lo veo en tu pálido rostro, pálido y asustado rostro.

- Déjame en paz. Y dime de una maldita vez donde estoy, no estamos allí en el sótano, no, nos estamos, moviendo. ¿Dónde me llevas?

Me parece que no te he dado una orden de que hables. Pero, eres inteligente, no estamos en el sótano, sé que te gusta, pero por precaución, nos movemos, no puedo dejarte allí todo el tiempo. Sería muy inútil de mi parte, y entiéndelo, no soy nada inútil.

Es más, me parece que aquí la inútil eres tú. No estoy solo Camille, pero no tengas miedo, a mi no me conoces, pero a ellos sí, deja que te cuiden.

- Quitadme la venda de los ojos, ¡dejadme moverme!

Creo que con mi mano en tu boca estás más guapa Camille, ahora, dulces sueños.

Al menos somos 17 monstruosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora