5. Tú Enero, yo Diciembre.

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¿Alguna vez te has preguntado lo que significa estar separada de alguien a quien quieres?

¿Has sentido como se te caía el mundo encima y tienes la sensación de que todo se derrumba?

Que regalarías tus últimos segundos de tu vida para acercarte a esa persona, mirarle a los ojos y decirle "te quiero."

Y tú, ¿cómo definirías esa sensación? ¿Te sentirías feliz? ¿Vacía? ¿Rota?

Vamos Camille, sé sincera conmigo.

Echar de menos a alguien es una maldita mierda, sin embargo, es un cúmulo extraño de sentimientos y emociones. Me sorprende sentir más cerca a alguien que tengo a miles de kilómetros que a alguien que puedo ver todos los días al salir de casa.

Es increíble la manera en la que conectamos con las personas que están lejos.

Estando lejos, las sentimos cerca. Al igual que Enero y Diciembre.

En mi opinión podemos conectar más con alguien que no hemos tenido en frente, alguien con quien tan solo hemos visto a través de una pantalla, y eso es completamente alucinante.

Comprar un billete de avión, hacer las maletas y decir "hoy es el día, podré abrazarte."

Dios, cuanto daría por poder decir eso ahora mismo.

Ese momento, en el que el corazón te late más rápido que nunca, cuando tus sentimientos están a flor de piel y notas una pequeña lágrima acariciando tu mejilla, ese maldito momento.

Abrazarse, divertirse y finalmente añorarse.

Yo lo definiría como estar en una montaña rusa en la que no logro ver el final, pero está ahí, y llega de golpe, cuando menos te lo esperas.

Llegamos al lugar más alto, donde podemos contemplar la ciudad, ese pico de emociones, ese instante en el que el tiempo se para y solo disfrutas.

Pero vuelves a la realidad, al aquí y ahora.

Bienvenida al final de esta montaña rusa Camille.

Distanciarse de nuevo, volver a separar los caminos, que hasta hace un instante iban ambos en la misma dirección y sentido.

Recibir ese último abrazo, recibir esa última muestra de afecto, decir con las palabras entrecortadas y los ojos empapados: "Nos vemos pronto, adiós."

Adiós, adiós, adiós...

La montaña rusa abre sus puertas para que pasen los siguientes.

Nos vemos pronto Camille.

Soy el monstruo número 5, pero llámame distancia.

Al menos somos 17 monstruosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora