𝙑𝙤𝙡𝙫𝙚𝙧 ᵃ 𝙚𝙣𝙖𝙢𝙤𝙧𝙖𝙧𝙩𝙚

𝘿𝙤𝙨

-Nos obligaron a tenerlo, me obligaron a casarme contigo, me obligaron a dejar mis sueños y ahora ¿también me quieren obligar a estar en la fiesta de Nicky? -bufo y tomo asiento en el sillón-.

-No nos amas ¿cierto? -pregunto con dolor-.

-No confundas las cosas Maddison, a ti no te amo pero a mi hijo si -soltó serio-.

-No me arrepiento de haber tenido a Nickolas porque lo amo, de lo que si me arrepiento, es de haberme acostado contigo aquel día.

-No recuerdo haber escuchado tus quejas o pedir que parara mientras teníamos sexo, todo lo contrario, me pedías mas -recordó serio-.

-Era una estúpida adolescente, una tan pero tan estúpida, que se metió con un niño solo por sus ojos verdes -rio amargamente y se dirigió a su habitación-.

A los minutos entro Aidan y su discusión siguió hasta que Maddison salió del cuarto y se fue a dormir con Nickolas dándole fin a su discusión.

-¿Hoy podemos salir mami? -pregunto Nicky mientras comía su desayuno-.

-Claro ¿a dónde quieres ir? 

-A casa de los abuelos -exclamo entusiasmado-. 

-Mis padres tuvieron que ir de viaje  para firmar algunos negocios y tus otros abuelos se fueron a las Bahamas -alzo los hombros y sonrió tristemente-.

-Yo quería verlos a ambos -jugó con su cereal-. 

-Si quieres podemos ir a un parque y luego comemos algo en el centro comercial -propuso-.

-¿Podemos comprar pastel de chocolate? -pregunto emocionado-. 

El amaba el chocolate al igual que su madre, era un gusto que compartían. 

-Pero claro que podemos... Dios espero con ansias comer ya ese gran trozo de pastel de chocolate relleno de cafe -rieron por las palabras de Maddi-.

Aidan llego al comedor y al instante dejaron de reír para ponerse serios, ambos estaban enojados con el, no querían dirigirle la palabra. 

-Buenos días -saludo seriamente y tomo asiento en el inicio de la mesa-. 

-Buenos días -murmuro Nicky con su mirada en el plato-.

-El desayuno aun esta caliente por si quieres comerlo y Nicky deja de jugar con tu desayuno y apúrate -apuro mientras recogía algunas cosas de la mesa-. 

-Si mami -comenzó a desayunar rápidamente-. 

-¿Saldrán? -pregunto Aidan-.

-Si, daremos un paseo -miro a su hijo con complicidad y sonrieron alegres-. 

-No me avisaron que saldrían.

-¿Tengo que? si de igual manera no te interesa -con tono gélido-. 

-Termine mamá, ire a bañarme -hablo Nicky para levantarse del comedor e irse-. 

-Si amor, con cuidado -aviso viéndolo irse-.

-Y ¿a donde se supone que irán? 

-De paseo Aidan, de paseo -frustrada-.

-Espero que solo vayas con Nickolas y no con otra persona -sonrió irónico-. 

-¿Como te atreves a decir tal barbaridad? -reclamó ofendida-.

-Tienes razón, nadie se fijaría en ti -se levanto de la mesa para dirigirse a la sala-. 

-¿Que te pasa estúpido? yo soy una mujer bella, demasiado para ti, mi cuerpo es natural no como el de las zorras con las que te revuelcas -exclamo enojada-. 

Aidan no contesto y solo salió de casa, como siempre lo hacia.

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