𝙑𝙤𝙡𝙫𝙚𝙧 ᵃ 𝙚𝙣𝙖𝙢𝙤𝙧𝙖𝙧𝙩𝙚

𝙎𝙞𝙚𝙩𝙚

-¿Que carajos haces Maddison? -pregunto entre dientes, trataba de contenerse porque su hijo estaba presente-.

-Lo siempre soñaste Aidan, desaparecer de tu jodida vida -trato de bajar las escaleras pero el contrario lo impidió-.

-No!! Te vas pero no con mi hijo -cogio a Nicky entre sus brazos, arrebatandoselo a su madre-.

En el momento no puedo impedir que se lo quitaran, pues sus delgados brazos eran ocupados por maletas.

Un suspiro pesado soltó la castaña, trataba de regular su respiración y tranquilizarse, pues lo que menos quería era espantar más a su hijo.

-Mira... -hablo luego de unos segundos-  que Nicky vaya a la sala de abajo y vea television, te cambias y hablamos en la habitación.

El ojiverde mayor, seguía con su mirada seria sobre ella, solo se limito a asentir.

Luego de una corta fraccion de tiempo, Nicky se encontraba en la sala durmiendo intranquilo pero vencido por el cansancio.

La revoltosa pareja en su pieza, tratando de tener una conversación tranquila para arreglar sus problemas o siquiera llegar a un acuerdo respecto a su hijo.

-No podemos seguir de esta forma, discutiendo enfrente del niño, eso no es nada sano para el, podríamos causarle un trauma y eso es lo que menos quiero -murmuro Maddi, tratando de hacer entrar en razón a su esposo-.

-En eso estamos de acuerdo, pero dime ¿que hacemos?... dame un solución para esto -respondio Aidan mientras se colocaba la ropa-.

-Somos adultos y creo que por nuestro hijo debemos llevarnos bien.

-Bien... Maddison te juro, perjuro que no tengo nada que ver con Melani -dijo, mientras se acercaba lentamente a ella-.

-¿Entonces por que me llamo? ¿Como fue que tomo tu teléfono y tu ni cuenta te diste? -reclamo-.

-Hoy asistieron los socios de la empresa y como yo soy el presidente de la compañía y por ende unos de los miembros de la mesa directiva, tuve que estar presente en la junta, deje mi teléfono en la oficina porque no quiero que me interrumpan en medio de una junta, eso seria una falta de respeto y por eso siempre lo dejo ahí, Melani lo sabe, pues yo le he dicho que si lo escucha sonar conteste y si es una urgencia interrumpa la junta para pasarme la llamada -explico mientras la miraba-.

-¿Entonces explícame como sabia tu contraseña? porque tendría que saberlo para poder realizar la llamada -reclamo seria-.

-Tengo tu numero de emergencia, estas registrada como mi esposa por si algo llega a suceder puedan localizarte rápidamente, tu numero aparece en la pantalla de bloqueo y no necesitan una contraseña para llamarte, de hecho, el numero de mis padres y los tuyos igual están ahí.

-Mira, nuestro matrimonio no esta bien, nunca ha estado bien Aidan y desde hace mucho que tu... tu no me tocas y me fue fácil creerme eso que dijo tu secretaria -confeso apenada, con vergüenza-.

-Lo entiendo, creo que, si un tipo me hubiera llamado y dicho eso, igual lo hubiera creído.

Aidan tomo asiento a un lado de ella mientras ambos miraban al frente en silencio.

-Pero... aunque nuestro matrimonio este en ruinas, jamás te engañaría, Melani es solo eso, mi secretaria y créeme que tomare cartas en el asunto y hare que la despidan por esta barbaridad.

-Si, no fue correcto que me mintiera.

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Hola bellas

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