𝙏𝙧𝙚𝙞𝙣𝙩𝙖 𝙮 𝙘𝙞𝙣𝙘𝙤

2.5K 157 9
                                    

Maddison


Ver como lágrimas se acumulaban en sus hermosos ojos verdes... pobre Aidan.

El deseo de querer ayudarle quería poseerme, tomarme y sacarlo de aquella situación tan dolorosa.

Era tan incomodo y triste tanto para mi como para ellos dos, a pesar que Nickolas se preste como un adolescente maduro y fuerte se que en fondo anhela tener a su padre con el.

Ell sentimiento de culpa me hizo temer, pues en un momento de rabia le había dicho a mi hijo todas las barbaridades de su padre.

-Aidan es hora de que vayas -murmure rompiendo el silencio en la sala-.

-No quiero irme sin antes arreglar esto -dijo decidido- se que estuvo mal lo que hice, con eso demostre que no me interesabas en lo absoluto pero todos estos años cada día estuviste en mi mente, jamas deje de pensarte, de extrañarte, tuve el deseo por mucho tiempo de retractarme y volver a casa con ustedes pero cuento estuve frente a la cera me dio miedo, miedo al rechazo.

-Miedo? Por favor deja tus estupideces para luego, si tuvieras miedo no hubieras vuelto a buscarme.

-Quiero estar contigo... por favor -susurro suplicante-.

Creo que sus argumentos se terminaron.

Sus ojos miraban suplicante a mi hijo, las cejas levemente fruncidas y su rostro reflejaba preocupación.

Lo odio por el mucho daño que me ha hecho, pero no puedo mentir diciendo que no sentí nada cuando lo volví a ver.

Ese amor que jure inexistente volvió a ser acto de presencia.

Aidan Gallagher mueve tanto en mi.

-Nicky amor -tome su rostro entre mis manos y lo mire directo a los ojos, aquellos que tanto me encantaban- esto no te hace bien, eres muy joven para tener odio en tu corazón, eso solo enferma... tu eres un niño bueno, un niño que sabe amar y perdonar.

-Mamá pero el...

-Yo se cariño, pero no me gustaria que el día de mañana vivas arrepentido por todo esto, por no haber perdonado a tu padre -dije tratando ayudar a Aidan, aunque mis palabras eran sinceras-.

Solte a mi hijo y me aleje unos metros de ellos, para que pudieran hablar tranquilos.

-Te perdono Aidan, porque no quiero que el odio acabe conmigo.

La imagen más conmovedora se poso ante mis ojos.

Aidan tomo a mi hijo entre brazos, veía como se aferra a el mientras pedía perdón repetidamente.

Luego de unos segundo se separaron pues al ver que Nicky no respondió su muestra de afecto decidió darle su espacio.

-Te amo Nickolas, enserió te amo tanto.

Podria jurar que los ojos de mi hijo se iluminaron y la emoción dentro de él no era tan obvia.

Se con certeza que escuchar aquellas palabras de su padre le dio un motivo de felicidad.

No se si hice mal en ayudar a mi ex-esposo para conseguir el perdón de mi hijo pero se que su corazón lo anelaba.

Aunque ante todos se muestre como un chico duro.











_________________________________________

Hola bellas

No olviden votar y comenten

Bye

𝙑𝙤𝙡𝙫𝙚𝙧 ᵃ 𝙚𝙣𝙖𝙢𝙤𝙧𝙖𝙧𝙩𝙚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora