𝙑𝙤𝙡𝙫𝙚𝙧 ᵃ 𝙚𝙣𝙖𝙢𝙤𝙧𝙖𝙧𝙩𝙚

𝙑𝙚𝙞𝙣𝙩𝙞𝙣𝙪𝙚𝙫𝙚

-Mamá -llamo rompiendo el silencio en medio el comedor-.

-Dime amor -respondio suave-.

-Tu... tu sabes... algo de Aidan? -pregunto apenas audible para el, los nervios invadían su flacusiento cuerpo-.

-No te escucho, repite lo que dijiste por favor -pidió prestandole más atención por su sospechosa actitud-.

-Tu ¿sabes algo de mi papá? -volvio a preguntar luego de unos minutos-.

-Nickolas yo... no se nada de el -respondio impactada por la pregunta de su hijo, pues no se esperaba algo como eso- desde que se fue, al igual que tu no lo hw vuelto a ver.

El adolescente pasó saliva por las últimas palabras de la pelinegra, sus escondidos encuentros con su progenitor parecía salir a la luz.

Pero para su suerte, Maddison aún no sabía absolutamente nada.

-Como reaccionarias... cual seria su reacción si algún día vuelves a verlo? -pregunto un tanto incómodo-.

-Pues, espero no volver a verlo nunca jamás en mi vida, pero creo que si lo volvería a encontrar lo pasaría de largo -conto sumergiendo su mirada en el plato de comida-.

-No platicarias con el? -añ instante ella lo miro desconcertada- para aclarar las cosas.

-Nicky, amor no tenemos nada que aclarar el y yo, todo estuvo demasiado claro el día en el que se marchó -murmuro con tristeza-.

-¿Tu si lo amaste? -pregunto ansioso por su respuesta-.

-Tanto como lo puedas imaginar... era el amor de mi vida pero yo no era el suyo -suspiro pesadamente y sonrio de lado-.

-Perdón mamá -pidió apenado y en murmuro-.

-¿Por que?

-Si tu no habrias quedado embarazada de mi, tu y papá no se hubieran casado, trabajarias desde joven en la empresa del abuelo, conocerias a Nick y todo fuera felicidad para ti

-Mi felicidad eres tu -se levanto y con lagrimas en los ojos tomo en brazos a su hijo- no me arrepiento de nada, agradezco a Aidan por darme un hijo, no pidas perdón cielo.

-Amor ¿que te tiene tan preocupada? Desde la mañana andas pensativa -pregunto el pelirrojo repartiendo suaves besos en el cuello de la castaña-.

-Ayer Nickolas comenzó con una serie de preguntas que me sacaron mucho de onda -comenzo a contar disfrutando de las caricias que el pecoso repartía por su delgada figura-.

-¿Preguntas? Que tipo de preguntas?, sabes que el esta en una edad donde quiere saber de todo.

-Si cariño eso lo comprendo pero... sus preguntas eran relacionadas con su padre -confeso y Nick, su novio paro con sus caricias al instante para mirarla-.

-¿Que clase de preguntas?

-Pregunto sobre si yo lo amaba, como reaccionaria si lo volviera a encontrar, me pregunto si sabía algo de su padre y... me pidió perdón -conto con tristeza-.

-Y ¿lo amas? -pregunto de vuelta el pelirrojo anhelando con todo su corazón que aquella respuesta fuera un rotundo no-.

-Claro que no -tomo las mejillas del pelirrojo entre sus suaves manos- te amo a ti.

Sus labios se volvieron a juntar en un beso, lo que comenzó con algo tierno y tranquilo, se transformó en un beso salvaje y apasionado.

Ambos pedían más del otro.

-¿No crees que tu hijo necesita ver a su padre? -pregunto luego del beso-.

-No, hace un tiempo el dijo que no quería saber nada de el, no quiere relacionarse ni con el ni con sus padres.

-Tu sabes que cuentas conmigo para lo que sea, solo tienes que decírmelo y yo obediente lo hago -susurro y la beso-.

Ella encantada con rl joven que tenía enfrente, repondio gustosa el suave compás de sus labios, sonrió en medio del beso y el encantado por tal acción la atrajo más hacia el.

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