𝙑𝙤𝙡𝙫𝙚𝙧 ᵃ 𝙚𝙣𝙖𝙢𝙤𝙧𝙖𝙧𝙩𝙚

𝙑𝙚𝙞𝙣𝙩𝙞𝙤𝙘𝙝𝙤

Marcus miro fijo el automóvil que se hecho a la fuga en cuanto ellos llegaron, miró como se marchaba hasta perderlo de vista.

No pudo tranquilizar su mente desde que lo vio a él, aquel joven ojiverde que en un pasada le hizo mucho daño a su única hija.

Preocupado solo rezaba mentalmente porque aquel avistamiento solo fuera un error de su vista.

No quería que el regresara, mucho menos que se relacionará con su nieto.

-Nicky mi amor -dijo Maddison antes de correr hacia el y tomarlo fuertemente en brazos-.

-Hijo, nos tenías tan preocupados -aviso su abuela repitiendo la acción de Maddi-.

-Estoy bien, solo estaba en casa de Peiton pasando el rato -conto sintiendo culpa por mentirle a su madre-.

-Y ¿por qué no me avisaste? -pregunto su madre con algunas lagrimas-.

-Lo siento... olvide avisarte -susurro con la mirada gacha, al ver a su madre llorando sentía más culpa-.

-No vuelvas a hacer eso hijo por favor, pensé lo peor -susurro y tomo su rostro entre sus manos para dejar un casto beso en su frente-.

-Hare la cena, no has comido nada hija y tu padre tampoco -anuncio la abuela para caminar hasta la cocina, seguida de Maddison-.

-Nickolas ¿con quien estabas? -pregunto seriamente su abuelo Marcus-.

-Con Peiton, ¿lo recuerdas? El chico pelirrojo con pecas?

-Espero y me estés diciendo la verdad, no me gustaria enterarme por otras fuentes -advirtio para luego marcharse dejando solo al ojiverde-.

Su preocupación creció pues solo pensar el que su abuelo lo haya visto con Aidan le daba pavor.

No era un secreto que Aidan no era bien visto por los padres de su mamá, pero tenían una buena justificación.

Una batalla mental entre sí darle una oportunidad al que se dice ser su padre o alejarse de él para siempre.

Su mamá apoyaría cualquiera de sus decisiones?, esa pregunta carcomia en el.

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Hola bellas

Corto para avisar que ya comenzare a actualizar esta historia diariamente

Bye