Capítulo 8

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-"Maud, dígame Lady Maud"-

Con mencionar su nombre, aquel moreno pudo darse cuenta, que la presencia extraña de la joven no era más que la posición de la segunda al trono, la hermana menor del emperador, una parte de él recobro la compostura, posiblemente venga con motivos de vengar a su hermano, pero él no quería dejar de ver a la emperatriz por lo que debía ser cuidadoso con las palabras que podría soltar de ahora en adelante.

-" el motivo por el que le pedía la charla era dos de mis acciones preferidas, sígame" –la joven camino guiando al moreno por el pasadizo que a su lado derecho deslumbraban con hermosas rosas de un rojo imponente y debajo de esta, entre sus raíces se protegían pequeñas lavandas- "ante nada me gustaría que se relaje, el tema con mi hermano... es entendible, no lo justifico ni a usted ni a él, es una reacción humano, lo que si recalco es que trate de mantener postura... no habría problemas si habláramos de esto como simples plebeyos... pero hasta usted está informado de la posición en la que se encuentra, verdad Duque?"-

- "Correcto, Lady Maud, pido una disculpa, en muchas ocasiones el impulso es más fuerte que la razón, pero debo reconocer la sorpresa de encontrarme con usted, la información de la hermana del emperador quedo en misterio después que este ascendiera al trono, pero verla aquí nace la curiosidad de saber ¿Dónde se encontraba usted?, pude estar presente en los eventos importantes que el castillo mando a celebrar, sin embargo, teniendo un puesto cerca de la gran sociedad no se sintió su presencia, si es que me permite opinar" –aquel moreno llevaba los brazos detrás de la espalda mientras seguía a la joven, le daba la sensación que era una versión de la emperatriz, aunque en su diferencia, aquella menor parecía sentirla con un caminar más ligero- "si me permite cuestionar ¿El palacio tiene más trabajo para no dejarla ser partícipe de estas celebraciones?"-

Una sonrisa salió de Maud, dándose la vuelta lo miró fijamente de forma tranquila, dirigiendo su mano al pecho exclamo con una sonrisa- "Larga vida al emperador... larga la vida de mi hermano y de mi cuñada... porque el imperio cae en sus hombros y esta alma vuela en otras tierras, ante las leyes de la iglesia directamente sigo en línea de sucesión, pero solo soy una duquesa... una joven que sirve al palacio desde la lejanía... y si usted aceptaría la red de comercio comprendería mejor esto"-

Ante esas palabras Kaufman, comprendió que enpuertas cerradas la joven rechazó la corona, asumiendo que si se proclamaba eldesistir de la siguiente heredera, perdería cualquier papel de noble, una partede él, sentía que Sovieshu o tal vez Navier, abrían sugerido eso, una joven queante nombre también cargaba el imperio, pero no es nada más que parte delpueblo, así que pudo comprender porque la presentía más liviana que Navier, lafigura de la joven no parecía preparada para tener una postura tan imponente,pero eso recompensaba en su 

manera de actuar, solo pasaron 10 minutos de conversación que podía sentir como las palabras de ella podían ser fácilmente convertida en arma, contrario a la emperatriz que su poder caía más en su postura. Caminando juntos también sentía la diferencia de tamaño siendo la menor algo baja por unos 10 centímetros.

-"Dígame Lady Maud, siendo duquesa de otras tierras, que la trae ahora a palacio, siendo nuestro encuentro algo previsto o llamaría la gente casualidad"-

-"Destino, me gusta darle créditos a eso... tener la oportunidad de charlar con alguien sin poner un tema en concreto, aunque puedo adivinar que en su mente solo pasea mi amada hermana... no lo culparía, solo le pediría que no la sueñe tan fuerte" –Kaufman cambio a un semblante de sorpresa, a lo que Maud soltó una risa, aquel momento rompió todo su "charla elegante", la menor seguía riendo mientras el mayor cubría su rostro sonrojado, al admitir mentalmente que seguía pensando en la emperatriz y la comparaba con su cuñada-

-"podríamos dejar ese tema... creo que los guardias o alguien lo podría malinterpretar..."-

- "la verdad... no sería lo mejor, siendo que los rumores guían a nosotros nuestra amada emperatriz no tendría aquella dama plateada echando tierra a la llama de matrimonio entre la corona... pero lo entiendo, mis sinceras disculpas ante unas palabras de mal gusto"-

- "por sus palabras siento que tiene un rechazo notorio hacía la amante de su hermano"-

-"No negaré sus palabras duque, pero así es la vida, no niegue usted que hasta en sus tierras la amante siempre será la capa que el hombre porte para adornarse... la esposa por su parte será un ser independiente... o al menos quiero creer que todos le tienen respeto a estas... en estas tierras le aseguro que hasta la mujer tiene el privilegio de tener un amante, pero lo veo como algo rebajado, pensar que tu matrimonio solo sea fachada de intereses... -su sonrisa desapareció, tener malos ejemplos de relaciones cerca suyo, le hacía temer que ella repita eso, un matrimonio disfuncional como su padre, un matrimonio vació como su hermano, el inminente divorcio como la duquesa de Tuania, le daba un mal sabor de boca, tomando aire dio señal de calma para seguir avanzando- "como es en su tierra, duque... las mujeres también poseen ese privilegio?.. o las amantes solo están reservadas para gente más poderosa"-

La duda nacía en los ojos de la joven ante la respuesta que recibiría, la información de un hablante lo sentía más emocionante que los datos que sacaba de los libros que mensualmente Navier compartía con ella

- "SI hay harems, supongo que no sería sorpresa, pero siento que comprendemos la idea de que esto solo es la manta de la palabra infiel. He sido fiel creyente que, si un matrimonio se efectuó, fue en promesa de ambos, esas prácticas deberían ser..."-

- "Son intereses... nuestras ideas no romperán años de tradición, aún si el amor nace de esto, no hay fundamento, porque te darás cuenta que no importa si lo ames o no, estarás atado a ello... supongo que ahora no soy la única que cree que esto es absurdo"-

Ambos seres se miraron en silencio, aquel silencio que con miradas los hacían sentir acompañados en sus ideales, como si fueran los únicos seres que podrían hablar libremente de un tema que es rechazado por muchos, malos ejemplos hacían a cada uno aferrarse a su idea de un matrimonio respetuoso, solo fueron 20 minutos en los que dijeron poco, pero sentían que aprendieron mucho del otro, despidiéndose al finalizar el pasillo se despidieron, pero antes que la joven desapareciera entre las paredes y pasajes, miró al moreno con una sonrisa sincera.

- "Espero duque, que su puño haya sido lo suficientemente fuerte como para arreglarle la moral a mi hermano"-

Ambos soltaron una risa para irse, aquel sentimiento cálido fue sorpresa, pero lo tomaron como charla amistosa, avanzando hacía sus propios destinos, con un aura relajada, aunque este no era el propósito de aquella joven el resultado le gusto más.

𝓛𝓪 𝓗𝓮𝓻𝓶𝓪𝓷𝓪 𝓭𝓮𝓵 𝓔𝓶𝓹𝓮𝓻𝓪𝓭𝓸𝓻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora