El Fiscal - Parte I

Capítulo 4

                         CAPÍTULO 4.
             MEMORIAS MORTUORUM.

—  Estamos listos, cuando usted decida iniciar. Señor Cardozo. — Replicó Marín.
...

Ambos hombres estaban ahí justo frente a mí, y me observaban con detenimiento, para ese momento la migraña había disminuido, y yo daba gracias al cielo.
Aunque, repentinamente empecé a sentirme muy extraño, de hecho, es casi traumático al recordarlo, pero por alguna razón desconocida, sentía que solo era una cabeza, sentía que no tenía cuerpo.
Refiero a todo, no sentía mis brazos, no sentía mis pies y mucho menos mis piernas, era como tener el cuerpo completamente anestesiado.
Mi frecuencia cardiaca subía y bajaba,  mi boca estaba muy seca y justo después que mi boca se secó, mis pensamientos se ralentizaron casi de manera inmediata.

Observándome fijamente, el agente Marín dijo:

—  ¿Y ahora bien? Damián. — Puedes empezar a hablar cuando lo desees.

Muchos recuerdos venían a mi mente, y apuntando con mis ojos hacia los sujetos, respondí: 

—  ¿Seis meses previos al atentado? — Bien, escuchen…
  
Justo en ese instante, un par de vividos recuerdos fluyeron y empecé a hablar con los agentes:
…
Octubre de 2014.—(Algunos meses previos al atentado)
El décimo mes, indiscutiblemente uno de los meses que más me gusta en el año, siempre he tenido la costumbre de disfrazarme en el día de Halloween, es una de las pocas fiestas que celebro, para ese entonces aún hablaba con mi esposa acerca del disfraz que usaríamos, y también acerca del disfraz que compraríamos para nuestro hijo.
El primero de octubre de 2014, me desperté temprano, tal vez no lo sepan pero tengo por costumbre despertar en la mañana para preparar café, fumar un par cigarrillos y desayunar antes de irme al trabajo, uno que otro día cuando mi esposa no puede llevar al niño a la escuela, yo lo llevo, es propio en mi rutina leer el periódico diariamente, pues soy un seguidor de la liga nacional de baloncesto y del deporte del boxeo.
Uso el periódico para conocer la actualidad deportiva y algunas otras noticias relacionadas a Nueva Paz.
Mientras leía la sección deportiva me di cuenta que Alan Zaldívar estaba volviendo a los cuadriláteros, se especulaba que habría una oportunidad por título mundial para el viejo ex campeón del mundo.
Después de leer las noticias deportivas, mi teléfono sonó repentinamente.
Al contestar la llamada escuché una voz masculina al otro lado de la línea, era el inspector de la policía de Nueva Paz, el señor Ismael Ramírez.
El policía me llamaba para informarme acerca de un cadáver que había sido encontrado a las afueras del parque de las mil primaveras a unos metros del centro de la ciudad.
La noticia me tomó por sorpresa…
Diariamente mi jornada laboral inicia a las 9:00 Am, aunque en esa mañana el inspector Ramírez me llamó a las 7:50 Am, yo sin perder tiempo le dije que iría al terminar mi desayuno.
Sabía que debía ir a echar un vistazo.
Estoy seguro que a ningún ser humano le gusta ver un cuerpo sin vida justo después de desayunar, pero... ¿Qué podía hacer? Era parte de mi trabajo y no podía negarme, debía ir y corroborar si dicho asesinato podría estar conexo al crimen organizado. 
En cuanto colgué el teléfono, aproveché para terminar mi desayuno y fumé un Fiamma, nunca iba al trabajo sin fumar, eso es parte de mi rutina, fumar me ayuda a mantener la calma, luego me puse mi traje, tomé las llaves de mi automóvil, enfundé mi arma de seguridad, y le avisé a Raquel que me iría.
Creo recordar que al salir de casa, tomé la vía principal, crucé el puente de Lourdes como todas las mañanas y avancé durante más de veinte minutos hasta llegar al parque donde me había citado el inspector Ismael Ramírez.
Al llegar al parque había dos patrullas policiales aparcadas, una de las patrullas pertenecía al departamento forense de la policía de Nueva Paz.
Al descender de mi vehículo, Ismael Ramírez se aproximó a mí… el policía fumaba un cigarrillo y sostenía un vaso con café.