Para siempre| Michaentina #BA2

21•

Valentina.

Realmente me parecía irreal, tenía a mi bebé, pero al hombre que amaba en una camilla de hospital, nos llovía sobre mojado, de eso no había duda, me mensajee con los chicos, se merecían saber lo que sucedía, Yankel entró a la habitación.

—Marcos está detenido, Sebastian y Jessica están siendo buscados, no habrá lugar en dónde puedan esconderse, tienen vigilancia, a la bebé la están cuidando muy de cerca, no deben de tardar en traerla. Otra cosa más, la familia de Mike, están en la comisaria, serán llevados a un hospital a chequeo.—Sonreímos.—Me comuniqué con Karol, ella se hará cargo, solo hay que esperar a que despierte, y decirle.—Tocaron la puerta, el doctor con mi bebé, sonreí.—Habra seguridad afuera de esta habitación, debo irme, me comunicaré cualquier cosa.—Asentí.

—Señora Ronda, la bebé está perfectamente bien, no hay de que preocuparse, supongo que pasará la noche aquí, me dijo el señor Yankel que le trajera un porta bebé, y esto, es para que pueda descansar, vendré en un rato, cuándo el señor despierte, con permiso .—Salió de la habitación, tomé a la Jo en brazos, me senté en el sofa que había, sonreí al verla.

—Josephine Ronda, me haz hecho pasar un infierno, pero me alegra que estés aquí, tus abuelos estarán feliz de verte, y podrás conocer a tu tia y a tus otros abuelos.—Le di un beso en la frente. La volví a poner en el porta bebé, me senté en la silla que estaba a lado de la camilla, tome la mano de Michael y la acaricié, le di un pequeño beso en ella.—Te necesito Mike.

—Mientes... soy yo el que te necesita a ti.—Sonreí al escuchar su voz, lo besé. —¿Y Jo? —Tome a la pequeña en brazos.—Tan linda como su madre.

—Debo ir por el doctor.—Salí de la habitación, vi al doctor y le informe que Mike ya estaba despierto.

—Señor Ronda, la bala paso cerca de su corazón, pero no hubo daños en el, debe permanecer vendado la parte de su hombro, tiene que tomar medicamento.

—¿Cuándo me puedo ir?

—Mañana, necesitamos ver como es que reacciona a los medicamentos. Con permiso.

—¿Enserio hasta mañana?

—Ahora sabes lo que yo siento. Debo decirte algo.—Arqueo una ceja.—Bueno, en si, varias cosas.

—Solo dilo coneja.

—Tu familia esta viva.—Sonreí, el no tenía ninguna expresión.

—¿Es enserio?—Sonrío y yo asentí.—Gracias, y sabes por que lo digo, me haz dado una familia, y me haz devuelto a otra. —Lo besé.—Tenías más noticias, dímelas.

—Tengo fechas, para el bautizo de Jo, y para nuestra boda, si Michael Ronda, te volverás a casar conmigo.—Sonrió.

—Me volvería a casar contigo una y mil veces más, ven y acuéstate conmigo.—Josephine lloró.—O mejor arrulla a nuestra bebé.—Reímos.

***

Llegamos al aeropuerto, suspiré, Yankel nos llevo a un jet.

—Debo quedarme aquí a ver lo del traslado de Marcos, nos vemos en México, con tu familia.—Michael sonrió.—Realmente me alegro por ti, tus padres y hermana estarán muy orgullosos del gran hombre que te haz convertido, y de la maravillosa familia que tienes. Necesito la declaración de tus padres para saber qué pasó.

—Adios Yankel, gracias, perdón por tantos problemas.

—Eres el cliente mas difícil que eh tenido, pero me alegro que estén bien, nos vemos.—Tome a la bebé y subimos al jet, puse el porta bebé en un asiento, me senté a lado de Mike, tomó mi mano.