150. chris martin te amo

112 9 0
                                    

Damon y Graham bajaron la escalera del bar a la par mientras de fondo se escuchaba la música del lugar, como cualquier sábado a las 9 de la noche.
—¿Por qué todavía no tenes puesto el disfraz? –le preguntó Damon a su amigo.
—¿Por qué lo tendría puesto ahora? –contestó con tono irónico.
—Cómo que por qué, ¿vos me estas jodiendo? –si Graham se había arrepentido del disfraz sin haberle dicho antes la noche ya estaba predispuesta a arrancar como el culo. Graham puso los ojos en blanco, pero igual le respondió.
—No tenía ganas de venir desde casa ya vestido, en lo de Fab me lo pongo –dijo con sinceridad.
Damon frenó en seco al final de la escalera y se volteó a ver a su amigo.
—¿Lo de Fab? –dijo extrañado. —Yo pensé que íbamos directo a la joda, por eso me iba a vestir ahora.
Graham hizo un gesto de incertidumbre subiendo los hombros y torciendo la boca.
—Yo pensé que sabías –soltó haciendo una pausa. El rubio negó con la cabeza. —Bueno ahora ya sabes –le dijo sonriendo.
Damon sonrió arrugando la nariz, claramente haciendo un gesto sarcástico.
Siguiendo su camino, Graham se dirigió a la puerta donde estaba esperando Miles, mientras los dos esperaban que el piloto designado de la noche terminara con sus obligaciones laborales.
Damon buscó a su compañero bartender favorito y le dio las llaves del patio.
—¿Te veo allá? –le preguntó a Frank mientras se colgaba la mochila al hombro antes de irse.
—Cuando llegues mandame un mensaje que salgo a buscarte –contestó mientras el otro se alejaba. —No te olvides eh!
—¿Cómo me voy a olvidar?
—Y no se, a veces sos medio pelotudo.
Damon se rió.
—Será que nos juntamos mucho últimamente.

***

Damon, Graham y Miles se metieron en el auto dispuestos a empezar la travesía de la noche.
—Bueno, ¿qué tenemos que hacer ahora? –preguntó Damon ajustando el asiento del conductor.
—Ir a lo de Julian –respondió Miles, asomando la cabeza por el medio de los asientos delanteros.
Damon y Graham se miraron.
—¿Lo de Julian? –dijo el rubio a su copiloto. —Pero eso queda en la loma del orto.
—No me mires a mi, yo pensé que íbamos a lo de Fab –contestó Graham. Si se calienta que no sea conmigo.
—Es que al principio sí, pero ahora no –agregó Miles. —Dale no te ortives, tampoco es taaaaan lejos.
Damon suspiró contra el volante.
—Es un campo en el medio de la nada hermano, cómo no va a ser lejos –pensar en manejar hasta allá le daba terrible paja, pero como no tenía otra opción giró la llave y prendió el motor. —Mas les vale a los otros dos que hayan comprado fernet porque sino me voy a inmolar –dijo sacando un cigarrillo de la caja y bajando la ventanilla. Lo prendió, inhaló y acto seguido también prendió la radio del auto. Estaban pasando una de coldplay.
—Alex te diría que saques eso –dijo Miles riendose.
—Menos mal que no está.
Damon subió el volumen y pisó el acelerador.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
AU ROÑOSO ⚠︎︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora