Capítulo 27: Sólo tú.

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Xichen estaba muy feliz de por fin ver a su hermano salir de su reclusión. Sabía que su dolor era muy real, pero a la vez entendía que debía seguir con su vida ya que tenía un niño al cual cuidar. Y un llamado qué atender.

A-Yuan fue encargado al tío y al resto de los juniors primerizos de la secta. Y así, los Lan se dirigieron con un pequeño grupo a la villa Mo.

El reporte que venía desde Qinghe decía que la aldea estaba invadida de cadáveres feroces y debido a todas las reconstrucciones en Bujing Shi, ninguno de los Nie podía asistir. Xichen estaba feliz de que la misión en si era fácil, su hermano llevaba un año completo sin hacer una cacería, a pesar de que su núcleo estaba intacto le preocupaba un poco la falta de practica y la nostalgia en la que vivía. Incluso en el camino a la villa Mo, vio cómo su hermano se cansaba de volar en la espada y decidió hacer pequeños descansos.

En verdad no sabía qué era lo que había motivado a su hermano a salir de la reclusión, pero sospechaba que la carta de Nie Huaisang que llegó con el reporte tenía algo que ver. Él sabía que esos dos tenían una amistad rara y que al parecer Huaisang era también amigo de Wei Ying. ¿Quizá sus palabras de aliento ayudaron a su hermano mucho mejor que él? ¿O quizá el Nie encontró una pista de la criatura? Al día de hoy no se había encontrado su cadáver desde el asedio en Yilling, muchas personas creían que en verdad no había muerto esa noche a pesar de lo herido que estaba.

De camino, Lan Zhan no sabía qué imaginar. Su mente estaba en blanco, como si todo el tiempo que hubiese pasado en este momento hubiera sido sólo una fracción de tiempo olvidada. Desde ese día en Yilling que empujó al zorro para salvarlo, su vida se detuvo. No volvió a entrenar las formas de la espada; aunque sí solía meditar para incrementar la fuerza de su núcleo, no podía volver a ser tan débil, tan inútil; a veces olvidaba comer; olvidaba dormir; tocaba el guquin hasta que todos sus dedos sangraban. El único momento de su vida en el que estaba consiente era en el momento que A-Yuan iba a su Jingshi y le hacía compañía.

Al llegar a la villa Mo no vio nada especial. El lugar no era muy rico, pero los Lan no solían trabajar tanto por el dinero si no para proteger a los demás de los monstruos. Su hermano como siempre fue a hablar con los dueños del lugar, estos eran una pareja muy extraña con un hijo pequeño mimado y altanero. Mientras el mayor escuchaba las historias de los cadáveres que atormentaban este pequeño lugar, Wangji decidió salir de la casa, hace tiempo que no tenía contacto con más humanos y la casa estaba atestada, necesitaba aire limpio.

Estar en el portón de la casa era más tranquilo. Pudo notar que era la casa más grande del pueblo y que los mercados y las otras casas eran una cuadra más alejadas. También notó que había un pequeño rastro de energía resentida pero no era la suficiente para que el mal que atormentaba a estos pobladores fuera muy grave, seguramente los juniors que habían traído con ellos podrían lograr el objetivo de eliminar la amenaza. Luego de llegar a esa conclusión se preguntó, ¿Qué hago aquí?

Realmente no sabía que lo había impulsado a estar allí, todo este año estuvo pensando que era imposible que Wei Ying hubiera muerto, su hermano mismo le confesó que jamás encontraron su cadáver, pensó que quizás lo odiaba porque no pudo protegerlo porque las personas de su clan lo habían atacado, porque pensó que lo había traicionado y había dicho el lugar donde se encontraba. Pero luego de un tiempo de hacer suplicas al cielo, luego de tocar el guquin con toda su alma y dejar en cada nota el deseo de su corazón, después de esperar que el viento llevara su deseo a ese que tanto quería encontrar comenzó a pensar que no podría volver a verlo y que de verdad ese hermoso ser de cola esponjosa y ojos grises había desaparecido por siempre, incluso la última conclusión a la que había llegado era que iba a cuidar de A-yuan hasta que fuera grande y pudiera valerse por sí mismo para pasar al otro plano y buscar a su Wei Ying, pues no había criatura en este mundo que pudiera reemplazarle.

La cueva del zorroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora