La cueva del zorro

Capítulo 9: hibernación

Hola lamento que el fin de semana pasado no pude subir capitulo. Pero aquí está la continuación de la historia.

Capítulo 9: hibernación

A las 5 am del día siguiente, el Lan abrió los ojos. Su reloj interno ya estaba muy acostumbrado y al instante, se dio cuenta de dos cosas: La primera, es que sería castigado de nuevo por pasar la noche afuera y la segunda, es que a pesar de ello estaba muy cómodo con el otro chico en brazos. Y no quería irse. Ese pensamiento lo sobresaltó, así que se levantó rápidamente, su movimiento despertó al zorro.

—Lan Zhan... está oscuro, duermeeee —pidió este medio dormido.

—Debo irme.

Sintiendo el frio en su cuerpo después de que esos brazos dejaran de rodearle, Wei Ying se acurrucó en sí mismo. Una sonrisa tímida se formó en el rostro de Lan Zhan, quien decidió volver a casa. Ya cuando estaba en la entrada de la cueva dijo en voz alta, aunque seguro el otro ya se había vuelto a dormir.

—Me castigarán, seguramente vuelvo en un mes.

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Obviamente al llegar a Gusu, su tío estaba a punto de sufrir una desviación del qi en cualquier momento.

—¡Wangji! ¿Qué son estas horas de volver? ¡Ah! ¿Acaso vas a tomar esa mala costumbre de desaparecer cuando se te dé la gana? ¿Crees que porque ya tienes 15 años entonces eres lo suficientemente adulto para pasar la noche afuera? ¡Dime la razón de este comportamiento tan errático!

Obviamente el muchacho no le contestó a su tío y solamente se arrodilló en modo de disculpa.

—Sé que actué mal. Este discípulo acepta su castigo.

Y por más que su hermano intentara remediar, el castigó fue decidido: copiaría 30 veces las reglas del clan parado de manos, limpiaría la biblioteca a profundidad y no podría salir del receso de las nubes en un mes.

El castigo comenzó de inmediato, así que su hermano mayor sólo pudo hablar con él al finalizar el día.

—¿Wangji, vienes a tomar té conmigo? —le dijo con una amable sonrisa.

Lan Zhan quería negarse, conociendo a su hermano, sabía que lo iba a llenar de preguntas, pero al final, no podía negarle nada. Se sentaron en el hanshi, Xichen sirvió las tazas de té y algunos aperitivos simples. Estuvieron en un cómodo silencio hasta que el mayor habló:

—Wangji, ¿dónde estuviste ayer?

—Festival —respondió brevemente como siempre, acostumbrado a que su hermano no le importara lo corto de sus respuestas.

—Ayer fui a escuchar los conciertos y presentaciones, pero no te vi en ningún lado. ¿Acaso estabas en otros puestos? —sabía que necesitaba sacar la información de su hermanito, ya que su rostro le mostraba que no estuvo en Caiyi.

—Fui a Jiaoxia.

Xichen sonrió, ese lugar fue donde su hermano se quedó la primera vez que no llegó al clan antes del toque de queda.

—Desde esa vez en la cacería nocturna haz estado yendo mucho a ese lugar, ¿Acaso no confías en mí para decirme qué pasó en realidad? —él sabía que algo había pasado en ese bosque. Su hermano había cambiado, salía más seguido, llegaba más tarde, había ido a un festival y al parecer, cuidaba unos conejos que ya tenían dueño. Se veía más... feliz, aunque él fuera el único que lo notara.

Lan Zhan estuvo en silencio un rato, pensando cómo reaccionaría su hermano al saber de Wei Ying. Todo este tiempo había actuado según las normas de su clan, de no juzgar antes de conocer y él ahora lo conocía como para saber que no era malo, incluso fue engañado por un humano. Pero tal vez su hermano se deje llevar por el conocimiento en los libros.

—¿No es alguien malo? ¿Chico o chica? —siguió Xichen, entendiendo el poema de preocupación que era el rostro de su hermano. Le encantaba que al fin estuviera abriéndose a otra persona.

—¡No es malo! —se apresuró el menor en contestar, luego se dio cuenta de que al final, había revelado un poco más a su hermano. Nunca podría esconderle nada así que continuó —. Es un chico.

—¿Puedes decirme su nombre?

La cara de Lan Zhan se veía como si tuviera muchas dudas de si seguirle contando. A Xichen esto se le hizo un poco extraño, confiaba en su hermanito, pero, de todas maneras, le daba mala espina porque si era un chico bueno, ¿Por qué no le decía su nombre? ¿Odiaba los cultivadores? ¿Había hecho algo malo una vez y se escondía a causa de ello? ¿Era una víctima de un villano y se escondía de él? ¿Era parte de una secta y lo sacaron?

—Le conozco. No es malo. Un poco bulloso. Hay una buena razón —Lan Zhan había notado cómo su hermano se preocupó cuando él dudó en decirle un nombre; confiaba que su hermano era más abierto a entender ciertas situaciones, pero no quería romper su promesa con el zorro y revelar su identidad.

Luego de eso cambiaron un poco de tema y finalmente a las 9 fueron a dormir.

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Lan Zhan fue a la cueva pasado el mes del castigo, a pesar de que su tío tenía el ojo en él, por las ultimas reglas rotas. Encontró que su amigo se la pasaba mucho tiempo dentro para mantener el calor de su cuerpo, incluso los conejos, aunque no hibernaran como tal, también prefirieron estar dentro la mayor parte del tiempo.

—¡Hola, Lan Zhan! —le dijo el zorro con su cola esponjosa envuelta en su cuerpo lo más que podía para aguantar el frío. Incluso los conejos tenían unas mantas viejas para que no se enfermaran.

—Buenas tardes —le saludó formal como siempre, extendiéndole un saco grande.

Al abrirlo, Wei Ying descubrió que era una manta especial de Gusu, las cuales eran muy calentitas. Además de ser bonita, tenía olor a sándalo.

—Para el frío. No puedo venir seguido.

Wei ying le sonrió y se echó la manta encima, el olor se infiltró en sus fosas nasales y se sintió realmente contento sin saber por qué.

—¡Gracias Lan Zhan, se siente muy calentita! Lamento recibirte en cama pero tenía tanto frío para salir.

—Mhn —negó —, no hay ningún problema. No podré venir a menudo, mi tío está enojado por las veces que he roto las reglas.

—Lo siento, siempre es mi culpa que rompas las reglas, pero me agrada mucho que estés aquí, sé que puedo confiar en ti, siempre me vendrás a visitar.

El Lan dejó una bolsita de plantas medicinales y se marchó rápidamente al receso de las nubes para no llegar muy tarde.

Gracias a la cobija, por primera vez en años, Wei Ying logró pasar un invierno cálido.

No sé ¿a ustedes también les da dulzura que ambos se sientan bien el uno con el otro?

Muchas gracias Josita por su beteo y a sus comentarios y votos en esta historia me hace muy feliz