Todo o nada...

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Atención ⚠️⛔️ esta historia está clasificada con contenido adulto, éste capítulo contiene escenas eróticas con alto contenido sexual (también conocido como Lemon), que pudieran perturbar la sensibilidad de algunas personas, si no te gusta este tipo de contenido o eres menor de edad, FAVOR de DETENER la lectura ahora. Leer bajo su propia responsabilidad.

Los personajes no me pertenecen son creación del gran Akira Toriyama. La trama e historia si son idea original mía.

Elijo ser feliz. Tú y yo, tú y yo somos como diamantes en el cielo. Eres una estrella fugaz que veo, una visión de éxtasis, cuando me abrazas, estoy viva, somos como diamantes en el cielo.
Sabía que nos convertiríamos en uno de inmediato
Oh, de inmediato. A primera vista, sentí la energía de los rayos del Sol. Vi la vida dentro de tus ojos... — Diamonds, Rihana.

Estaban sentados, muy concentrados ambos, Bulma no sabía en qué momento se había metido en tal predicamento, se hallaba sentada solo en ropa interior al igual que el saiyan.

Las cosas lucían mal, aunque al principio no había sido así.

«Subestimé a ese estúpido mono, ¡Maldición!»

La peliazul analizó la situación. Tenía una buena mano pero no sería suficiente, algo le decía que el tenía una mano mejor.

En un principio ella había comenzando ganando lo cuál la hizo sentirse confiada.

— ¡Perdiste de nuevo Vegeta!— alegre se mofó.
El saiyan era astuto, tan pronto comenzó a perder, se quitó los guantes, las botas, los calcetines. — ¿Que te quitarás esta vez?— continuó alegre la peliazul.

El solo se rió — Que escandalosa eres— fue todo lo que dijo para a continuación sacarse la parte de arriba de la armadura, dejando a la vista de la científica su bien tonificada musculatura.

El saiyan sabía que ni bien hiciera esa accion la distraería, la escuchó jadear — ¿Pasa algo humana?
Su tono de inocencia la hizo sonrojar.

La distracción que ocasionó en ella era la oportunidad que esperaba para comenzar a desestabilizarla, notaba que la científica no lograba mantener sus ojos fuera de su cuerpo y que le prestaba más atención a éste que a la jugada que tenían en ese momento. Fue ahí donde él por primera vez después de haber estado perdiendo, comenzó a ganar.

Ella le llamó suerte de novato, lo que no sabía es que como en todo, el príncipe Saiyajin  de novato tenía nada. Estaba siguiendo su propia estrategia, para hacer al enemigo, o sea a ella confiarse y caer en su trampa. Y lo estaba logrando.

Tan pronto la vio confiada y feliz fanfarroneando comenzó a ganarle, — Parece que has perdido esta vez mujer— la sonrisa petulante de él no irritó a la científica.

—¡Bah! Una vez que has ganado, no significa nada Vegeta— ella solo se rió, quitándose los tacones, volvió a perder, así que luego siguió la diadema con sus orejas de conejo, y por último ante la última derrota, el rabo de conejita, pero cuando nuevamente él volvió a ganar se puso nerviosa.

—Al parecer has perdido el toque humana— alegre decía mientras mostraba su mano ganadora. Esta vez Bulma se veía más seria y molesta. — No es más Que suerte de principiante Vegeta— altiva contestó minimizando la situación, aunque la realidad es que comenzaba a sentirse nerviosa.

Tuvo que quitarse las medias, lo cual puso bastante ansioso al Saiyajin que de pronto la vio dejar al descubierto esas perfectas y suaves piernas. Además la mujer decidió aprovechar y hacer todo un espectáculo de esto.

—Espero que disfrutes el show príncipe mono— No volverás a ver estas hermosas piernas de esta forma nunca más— Provocativa decía mientras Vegeta le daba una sonrisa burlona.

En la Oscuridad...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora