♪~Adiciones~♪ {Spartor}{Andri}

♪~VII~♪

Nuestros dos protagonistas se encuentran realizando sus oficios en una cafetería, pues dicho lugar es muy agradable y su café es simplemente deleitable ante las papilas gustativas de los jóvenes. Cada uno con su laptop realizando distintos labores, debido a que cada uno estudia una carrera diferente. Gonzalo emplea los grados universitarios de Administración, dirección de empresa, derecho y economía, para ser el heredero de las empresas de su madre, que paso en generaciones a generaciones y ahora le tocara a el. Andrés se capacita para la psicología laboral, para ya así trabar como psicólogo privado de la empresa que pronto manejara Gonzalo. Entre tanto silencio al mayor se le ocurre ojear un poco a su pareja, observando determinada-mente su vestuario, llegando a una conclusión sobre eso.

-Me mola la ropa que usas, el estilo holgada y aesthetic (Pronunciación; esthedik) te quedan hermosos- Alago el sentido de la moda del menor, provocando que este se ruborizada un poco. Gonzalo miro con eso ojos de enamorado a Andrés, aquella sonrisa boba que da el menor simplemente lo enloquece. -¿sabes...? me gustaría que en ahora en adelante ocupes esa clase se ropa, yo puedo comprarla- Propuso con alegría al volver su vista en la laptop para proseguir con su deber, el menor quedo asombrado pero obviamente el rechazaría el echo que Gonzalo le compré la ropa.

-Me encantaría, pero descuida me la compro yo mismo no hace falta que gastes dinero por un capricho...¿mío?- No sabía si el capricho era de el o el de su novio, pero igual así el no se autorizaría a que Gonzalo costearse su ropa. No quiere verse como un interesado ante los ojos de la familia del híbrido, pues el no esta con el por el dinero...sino por el amor.

-El capricho es mío y quiero darme el lujo de que uses esa clase de ropa, ¿vale?- Hablo con serenidad y otorgando una bella sonrisa, Andrés solo agacho la cabeza y asintió tímidamente. -Oye...ya te lo dije, mis madres no te ven como a las demás novias que tuve. Ellas saben lo bueno que eres, yo se lo bueno que eres- Lo dicho afecto el rubor de Andrés extendiéndolo más, ni el sabia como pudo llegar a tener tanta suerte para poder ganarse a alguien con el. Simultáneamente dieron por acabado su trabajo, marchando al centro comercial para comprar ropa algo que les demoro al rededor de 3horas: La mayoría del tiempo se la pasaron jugando. Al salir decidieron primero ir a casa de Gonzalo para recoger algo que Andrés dejo olvidado, al llegar a los pocos segundos descendió una tormenta...clásico en otoño.

-Ouh...lluvia otra vez- Se quejo el menor al mirar por la ventana, en las tormentas siempre hace frío. Gonzalo se asomo al menor y ambos miraron la lluvia caer, aquel cielo se tiño de un espantoso gris y las nubes negras rellenaron cada espacio bloqueando la luz del sol. En pocos segundo el frío llego a causa de la helada agua que cae del cielo, y el ocultamiento del sol.

-¿Te quieres quedar?- Pregunto muy dudoso el mayor, en los dos una inquietante sensación los inunda, ninguno quiere separase del otro. El de ojos café suspiro y volteo para ver a su pareja.

-Obvio...y más por que acá puedo divertirme en los días lluvioso ¿no?- Su vos cambio drásticamente a una coqueta, coloco ambas manos en el cuello de Gonzalo para así atraerlo a el ejerciendo que el contrario lo tomase de la cintura.

-Oh...¿enserio?- lo dicho fue con tonada juguetona haciendo una pregunta pícara, ambos se fueron juntando más anhelando un beso que nunca se terminara.

-Si~-regalo unas risitas juguetonas y leves, para después darse aquel beso que tanto querían. Un beso con tanto deseo que acabo con Gonzalo sentado en el sofá y Andrés arriba de el, intensificando más el beso y aumentando el calor eliminando aquel frío que una vez sintieron. -Mmm...Espera cariño, primero duchémonos- Hablo al separar sus labios, la ducha es algo fundamental para relajar los músculos y más para Andrés dado que es el pasivo.

«...»

-Ve más despacio...ah~- Argumento trémulo el de cabellera caramel al recibir más fuerte de lo insólito, apretó con fuerza las sabanas y las levantó un poco al también curvar su espalda y cuello. El ambiente es tan erótico para ambos jóvenes, la luz tan tenue con el sonido de la lluvia puramente exótico, junto a los gemidos y sonidos provocados por sus pieles al chocarse...volviéndolos locos ante ese acto.

-¿Porque eres jodidamente sexy...?~- Esa pregunta hizo que Andrés exhibiera risas leves y descaradas, miro de reojo al mayor y sonrió perversamente mientras sus ojos rebosan algo de lágrima por el placer. Aquellas embestidas se profundizaron y los quejidos de expandieron, de pronto un móvil sonó a causa de una llamada, pero fue ignorado...hasta que se detuvo.

-¡AH!~-

«---»

-Andrés no contesta...tu dices que el, ¿esta en casa de Gonzalo?- Pregunto preocupada la madre del menor, aquellas llamadas no eran atendidas y solamente dejadas en buzón. -El pasa demasiado tiempo ahí, ¿tu crees...?- Lo dicho por la mujer de cabellera caramel fue exclusivamente en una tonada mala, el hombre de ojos café de a su lado solo callo para después mirarla.

-Si querida...-

_Adiciones_