❧𝒪𝓃𝑒-𝓈𝒽𝑜𝓉𝓈 𝒢𝑜𝓁𝒹𝓇𝒾𝒸☙-[TOH]-(Golden Guard x Edric)

࿓𝒟𝒾́𝒶 𝒹𝑒 𝒪𝓉𝑜𝓃̃𝑜࿓

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𝓟𝓮𝓭𝓲𝓭𝓸 𝓼𝓸𝓵𝓲𝓬𝓲𝓽𝓪𝓭𝓸 𝓹𝓸𝓻

mirellasayree

𝓨

lanoviadewillcipher

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El sonido incesante del despertador se escuchaba por toda la habitación, provocando que aquello bajo las sabanas se moviera entre ellas. Un cabello rubio se asomó de entre las sábanas, tallo uno de sus vinos ojos, tratando de despertar por completo, bostezando en el acto. Estiró su pálido cuerpo buscando en una mesita junto a su cama su teléfono celular, apagando aquella alarma. Bostezo y se puso de pie, dirigiéndose directo a la habitación de baño, cerrando tras de el la puerta marrón de madera.

Pronto un brazo fornido salió de entre las sábanas, buscando a su lado aquella figura tibia, que en esos momentos se encontraba tomando una ducha, causando que gruñera. Se levantó de entre las sábanas, aun con sus ojos miel cerrados, quedándose sentado en aquel blanco colchón. Rascó su mejilla, bostezando, estiró uno de sus brazos en dirección a la mesa al lado de su cama, buscando con el tacto aquellos anteojos, los cuales no tardó en encontrarlo y llevarlos a su adormilado rostro. Abrió sus ojos poco a poco acostumbrándose a la luz que entraba por el ventanal de su habitación, sonriendo al escuchar el sonido de la regadera encendida. Con su típica sonrisa en el rostro se sentó en la orilla de la cama, recogiendo sus prendas del suelo, empezando así a ponerse algo de ropa encima.

La puerta de la habitación de baño fue abierta, dejando ver a un joven de tez pálida saliendo de allí. Su dorada vista se posó en el joven rodeado de toallas, causando que sonriera otra vez, caminando en dirección al más bajo.

—Buenos días solecito— dijo el de cabellera verdosa, acercando su rostro al ajeno, depositando un suave beso en la frente contraria.

—Buenos días Ed— respondió Hunter sonriendo por el gesto cariñosos de su pareja.

—Dime, que quiere desayunar el día de hoy, su majestad?— preguntó Edric tomando la mano fría del rubio, depositando un beso en la parte superior de sus nudillos.

—Pfft, como que su majestad?— preguntó el rubio con gracia al ver como el más alto se refería hacia el.

—Oh! Cierto no te he contado sobre ello—dijo Edric soltando la mano contraria. —Te lo contaré cuando termines de cambiarte, por que en vez de contarte lo que soñé, terminare  contando las veces que terminas— sonrió pícaro Edric, levantando y bajando ambas cejas al mismo tiempo con picardía.

El rubio solo se sonrojo, volteando la mirada, acercándose a su armario. —Si, si, como sea, apúrate que tengo antojo de hotcakes— dijo el rubio sacando de una de un cajón su ropa interior.

—Lo que su majestad ordene!— contestó Edric antes de salir de su habitación.

El de mayor altura camino por un pasillo el cual se encontraba repleto de fotografías de ambos jóvenes, y una que otra fotografía de sus queridos amigos y familia. Continuo su recorrido hasta llegar a las escaleras, las cuales bajo con normalidad cruzando la sala, donde saludo al cardenal rojo mascota de su pareja, el cual fue llamado "Rascal" por Luz, su actual cuñada. Lo saludo como de costumbre, sacándolo de su jaula para ponerlo en su hombro.