(Rain)
Estaba temblando y no de frío precisamente, notaba su aliento en mis labios, sus manos alrededor de mi cintura, su corazón golpeando en el pecho y su... Suponiendo que era eso último me aparte poco a poco para mirar hacia bajo.
-Parece que alguien se alegra de verme-
-No es lo que piensas-
-¿Qué crees qué pienso?-
Se retiro más de mí pero no llegó a soltarme, me alzó más la barbilla y acercó su boca a la mía. Sus labios eran suaves y calientes, mi respiración se aceleró. Mentiría si dijera que no había extrañado esos labios durante estos años.
Justo en el instante en que nuestras bocas se rozaron, alguien decidió llamar a la puerta.
-¡Rain ábreme! ¡Soy yo Julian!-
En ese momento no sabía si darle las gracias o matarlo. Alexander me alejo con brusquedad y me miró de una manera extraña, como si estuviese enfadado. Yo había visto esa mirada antes cuando éramos niños y los niños del barrio se me acercaban para jugar.
Como si nos hubiésemos puesto de acuerdo los 2 salimos del baño, y me dirigí a mi cuarto para ponerme algo de ropa. Una vez lista, con mi camiseta roja que dejaba al aire el ombligo, mis pantalones blancos y mis sandalias, bajé las escaleras para ir a recibir a Julian. Estaba sentado cómodamente en el sofá con Alexander, pero a pesar de que hablaban como personas normales (cosa que ninguno de los dos era) notaba algo raro en escena, era como una sensación de demasiada calma, justo lo que viene antes de la tormenta.
-Y dime Alexander, ¿cómo era Rain de pequeña?-
-Como cualquier otra niña supongo-
-¿Y tu prometida?¿No ha venido contigo?-
-¿Prometida?-
-Julian te pregunta por Rachel-
-Ah, sí Rachel, decidió quedarse-
-Verás Julian, estoy convencida de que mi hermano a utilizado sus innumerables armas de persuasión para evitar que su prometida le acompañara y poder acostarse con cuanta mujer se le atraviese en el camino-
-Que bien me conoces hermanita-
-Bueno, está claro que aquí va a comenzar una disputa familiar y sinceramente no quiero estar en medio. Rain, he venido para invitarte a la playa.-
Mientras decía esto se levantó del sofá, y me pasó los brazos por el cuello. Le sonreí de manera pícara y le contesté.
-¿A la normal o a la nudista?-
Alexander, que estaba tomándose un café, empezó a toser y ahogarse.
-Pequeña provocadora, a la normal. No quiero que tu hermano mayor me arranque la cabeza-
Esto último me lo dijo susurrándome al oído.
-Rain, ven un minuto necesito hablar contigo, a solas-.
-Tranquilo yo ya me iba. La invitación también va por ti, tal vez te presente a la socorrista-.
Dicho esto Julián se fue.
(Alexander)
-No vas a ir a la playa-
-¿A no?-
-No-
-Escúchame Alexander soy una mujer adulta, lo bastante capacitada como para decir lo que puedo o no puedo hacer y tu no eres quién para prohibirme nada-.
ESTÁS LEYENDO
¿Por qué me haces esto?
RomanceRain y Alexander son dos hermanos (ella adoptada) con mucha tensión sexual acumulada a lo largo de los años. Rain siempre le vio como al hombre de su vida por más gilipolleces que él hiciera. Alexander a pesar de sentirse atraído por ella quiso evit...