(Rain)
En mi vida un viaje en autobús se me había hecho tan lento. Debería haberme sacado el carnet de conducir.
El autobús paró y bajé.
Camine unos pocos metros y entré en el parque. Estaba oscuro, únicamente alguna farola estaba encendida, y comenzaba a refrescar. Me adentré en él y camine durante 10 minutos, sabía exactamente donde tenía que ir. Siempre que uno de los dos tenía un problema veníamos aquí, para mas señas, a un gran roble que tenía varias ramas bajas y que permitía subirse en él sin peligro, ahí se conocieron nuestros padre por cierto.
Ya podía ver el gran árbol, y unas luces que parecían los faros de un coche.
-¡Alex!- empecé a gritar.
Cuanto más me acercaba mejor podía ver el coche, estaba aparcado apuntando hacía el cenador, y sobre el capo estaba él.
-¡Hey, hermanita! ¡Cuánto tiempo! ¿Te tomas un trago conmigo?-
Corrí lo que me quedaba para llegar a él.
-Alex, ¡¿se puede saber por qué te has ido así de la fiesta?! ¡¿Tienes la más mínima idea de lo preocupada que estaba?!-
-Ven, sube y túmbate conmigo-
Estaba tan demacrado, y olía muy fuerte alcohol, eche un vistazo al interior del coche y estaba lleno de latas de cerveza, la mayoría vacías.
-¡¿Cómo se te ocurre conducir borracho?! ¡No, no me contestes porque ya lo sé! ¡Porque el señor solo piensa en si mismo verdad, porque no le importa que el resto del mundo se angustie y qué...!
No pude seguir hablando, sentí su boca sobre la mía y sus manos en mi cuerpo.
¡Madre de Dios! No era un beso suave, Alex estaba siendo exigente y tan, tan caliente, prácticamente me estaba devorando la boca. Sus manos levantaron el dobladillo de mi camisa y se posaron sobre la piel de mi cadera, luego comenzaron a subir por mi espalda.
En ese momento sentí el sabor a cerveza, y mi mente reaccionó. Conseguí separar mis labios de los suyos.
-Alex, espera un momento-
-Llevo esperando 12 años Rain, y no puedo más- volvió a besarme.
Mentiría si dijera que no me derretí en sus brazos cuando dijo eso, pero mi subconsciente seguía alertándome de que algo no estaba bien.
-Alex, suéltame- hizo lo contrario de lo que le dije, y me agarró más fuerte, pero esta vez me estaba haciendo daño.
-¡Ay! ¡Alex me estás lastimando!-
Me ignoró y comenzó a besarme por el cuello, sus manos llegaron al cierre de mi sujetador y empezaron a forcejear con él.
-¡ALEX!¡YA BASTA!- solo entonces se detuvo.
Enfocó su mirada en mí, y capté el momento exacto en el que volvió a ser él y la bebida dejó de nublarle la mente.
-Perdón. Perdóname no quise asustarte, yo... perdóname estoy borracho-
No estaba asustada, enfadada sí, preocupada también, pero nunca asustada de él.
-Creo que me debes una explicación-
-Tienes razón. No sabes como necesitaba tenerte aquí- Aún no me había soltado, y apoyó su frente contra la mía.
-¿Qué te ha pasado?- pregunté mientras lo envolví con mis brazos.
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¿Por qué me haces esto?
Storie d'amoreRain y Alexander son dos hermanos (ella adoptada) con mucha tensión sexual acumulada a lo largo de los años. Rain siempre le vio como al hombre de su vida por más gilipolleces que él hiciera. Alexander a pesar de sentirse atraído por ella quiso evit...