YIZHAN "Until the end of Time"

Cerca de la Libertad.

- ¿Es cierto lo que dices?

- Esos tipos parecían muy seguro de lo que decían.- Yibo asintió.

- Entonces...- Kenta sonrió.- ¿Hay una posiblididad de salir de aquí?

- La hay, aunque...no sabemos que tan segura sea.

- ¿Cuando llega la ayuda?

- Dos días, en dos días debemos llegar a ChongQin.

- Entonces debemos alistarnos.- Kenta se levantó.

- Espera...- Yibo lo detuvo.- ¿Lo has pensado bien? Tendremos que salir, no sólo nosotros nos vamos a exponer, también expondremos a los niños, podemos defendernos pero ¿Ellos?

- Podemos protegerlos, siempre lo hemos hecho.

- ¿Y si resulta una mentira lo de la ayuda?

- Yibo...- Se volvió a sentar a su lado.- ¿Temes que algo pueda suceder?

- Temo ponerlos en peligro por una falsa esperanza, temo perder lo único que me queda.- Cubrió su rostro con sus manos.- No quiero que salgan lastimados.

- Hemos sobrevivido hasta ahora, nos hemos cuidado hasta este momento, nos mantuvimos fuertes ¿Por qué piensas que no podremos seguir haciéndolo?

- No es eso...- Yibo suspiró.- Es solo que...la idea de perder a alguien más me aterra, ustedes son mi familia, lo que más amo y si algo les sucede...

- No va a ocurrir nada.- Kenta palmeo su espalda.- Vamos a estar bien, todos... Y vamos a seguir juntos, además si lo piensas bien de todas formas debemos empezar a desplazarnos ya que las raciones empezaron a agotarse y cada vez se nos hace más difícil conseguirlas, debemos movernos a un lugar donde podamos abastecernos así que de alguna forma terminaremos por aventurarnos ahí afuera así que ¿Por qué no lo hacemos intentado encontrar la ayuda?

-Tienes razón.

- Finalmente podremos escapar de este caos y podremos encontrar la paz.

- Es lo que más deseo.- Suspiró.- Que todos podamos estar en paz.

Kenta me había hecho ver una realidad, aunque no hubiera querido en algún momento todos debíamos aventurarnos al exterior ya fuera en busca de la dichosa ayuda o para encontrar otro lugar donde instalarnos.

Cada vez se nos hacia más difícil conseguir provisiones, en las zonas donde solíamos reabastecernos ya se habían agotado así que debíamos ir mucho más lejos haciendo que el viaje fuera más demorado y peligroso.

Debíamos encontrar otro lugar donde instalarnos pero sobre todo donde pudiéramos encontrar con qué sostener nuestros estómagos, así que la opciones de salir al exterior eran si o si.

No lo negaba, tenía miedo, en especial por mis hermanitos, eran pequeños y no podían defenderse por si solos, llevarlos afuera era exponerlos al peligro inminente pero sobre todo a la cruda verdad.

Había tratado de que ambos mantuvieran lo que le quedaba de su inocencia infantil, había colocado prácticamente una venda sobre sus ojos para que no vieran la completa realidad y así poder preservar su inocencia.

Ahora debía llevarlos afuera y dejarlos ver la realidad, temía que se llenaran de miedo y que al ver la verdad con sus ojos tanto sus corazones como sus almas se vieran contaminadas con la amargura y la oscuridad así como me sucedió.

Pero había algo que a pesar de mis miedos me brindaba un poco de motivación para dar este paso y era aquella esperanza, sin importar que tan mínima serían las probabilidades, por mis hermanos, por mi familia...estaba dispuesto a tomar el riesgo.