Cruda Verdad.

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Esa mañana me desperté debido a la claridad que se colaba por mi ventana ¿Cuando me quedé dormido? No lo sé, solo se que había pasado un largo tiempo desde que tuve un largo e ininterrumpido sueño.

Una vez despeje la somnolencia y mis sentidos se volvieron a activar recordé lo que había ocurrido la noche anterior, me había quedado junto a ese chico sosteniendo su mano, sin explicación alguna decidí acompañarlo y lo ayudé a despejar su miedo.

Mire a mi costado y no lo encontré junto a mi, no había nadie en aquella habitación, solo estaba yo acostado sobre mi manta y acobijado.

El sonido de voces atrajo mi atención, así que me levanté y una vez que me aliste me dirigía hacia donde provenían estas voces. Alrededor de la improvisada mesa se encontraba mi familia como cada mañana y a un costado del lugar estaba aquel chico, sentado en una pequeña silla mientras sostenía su desayuno y lo observaba con una expresión melancólica.

Ahí estaba de nuevo, esa expresión que hacía que mi corazón se encogiera e inquietara.

- Al fin despertaste.- Kenta se levantó.- Ven y siéntate, come tu desayuno.

- Buenos días.- Beso las frentes de sus pequeños hermanos.

- Hoy dormiste mucho Gege.- La pequeña se colgó de su brazo.- Parece que estabas muy cansado.

- Así es...- Asintió.- Me sentía agotado.- Le dio una mirada a Zhan.- ¿Por qué está sentado hasta allá?.- Cuestionó a su hermanita.

- Dice que no quiere estorbar, no importa lo que Kenta Ge y nosotros le digamos el todavía va y se sienta allí.- Le susurró.

- En esta casa solemos hacer las cosas juntos.- Le habló a Zhan haciendo que este se sobresaltara.- Somos una familia y existe unidad, dormimos juntos, nos mantenemos juntos...y comemos juntos.

-.....- Zhan lo escuchaba atentamente.

- Si estás aquí ahora entonces eres considerado uno de nosotros.- Yibo prosiguió.- Así que de ahora en adelante debes unirtenos.

- Yo...- Zhan no sabia que decir.

- Nadie tiene permitido estar por su cuenta en este lugar así que levántate de ahí y ven a la mesa.

- Pero...- Zhan atrajo el plato a su pecho.

- ¿Acaso tengo que repetirlo?.- Yibo arqueo una ceja.

- No es necesario...- Se levantó y se acercó a la mesa.

- Siéntate conmigo Gege.- La pequeña tiro del brazo de Zhan.

- Oye...- Kenta se acercó y le susurró.- Puede que parezca un matón pero en realidad es un buen chico, con el tiempo lo descubrirás.- Palmeo su hombro.- Ahora come...

Ver la forma tan obediente en la que aquel chico se levantó y se acercó a la mesa en cierta forma me causó gracia, era obvio que muy a pesar de aparentar ser un adulto y de su gran estatura el chico frente a mi era alguien fácil de intimidar.

Esa mañana era muy diferente a las habituales, las risas de mis pequeños hermanos y el parloteo de Kenta se escuchaban más animados, solo aquel chico se mantenía en silencio mientras escuchaba la platica y se limitaba a asentir o negar.

¿Por cuánto habías pasado? ¿Tanto dolor atravezaste? Me hacía estas interrogantes mientras lo observaba. Me quedé viendo por unos segundos su pálido rostro, ahora aseado y sin un rastro de suciedad podía ver que aquel chico pelinegro era bastante lindo como para ser un hombre.

YIZHAN "Until the end of Time"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora