uno

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−Tenemos que hablar−, dijo Soojoo desde algún lugar detrás de ella.

Jisoo apenas la oyó sobre el traqueteo de platos que estaba apilando en la mesa del buffet. Lanzó una mirada por encima del hombro y se echó a reír. −Quizás quieras ver mi último podcast, cariño. Simplemente les dije a mis oyentes que nunca comenzaran conversaciones con sus cónyuges usando esas tres pequeñas palabras. Hacen que parezca que algo malo está sucediendo.

−Pero realmente necesitamos hablar−, dijo Soojoo

−Un segundo, cariño−. Jisoo deslizó el arreglo floral en el centro de la mesa más a la derecha. −¿Puedes ver si el cantinero tiene todo lo que necesita?

−Jisoo, por favor.

Algo en el tono de Soojoo hizo que los pelos del cuello de Jisoo se pusieran de punta, pero ella se sacudió la sensación. Era el día de su fiesta de compromiso. No se permitía que nada desagradable se entrometiera. Ella se dio la vuelta.

Soojoo estaba parada en el medio de su comedor, con la espalda rígida, la cara pálida y el vestido de cóctel que Jisoo había elegido para que se lo pusiera a la fiesta, sospechosamente ausente.

Jisoo se tensó. −¿Qué pasa? ¿Por qué no estás vestida todavía? Nuestros invitados llegarán en cualquier momento.

−Lo sé, pero yo ...− La mirada de Soojoo se dirigió al cantinero y al violonchelista que habían contratado para proporcionar música de fondo discreta. −¿Podemos hablar en la cocina por un segundo?

Después de una última mirada a la mesa del buffet para asegurarse de que todo estaba como ella quería, Jisoo asintió y la siguió.

Soojoo sacó un taburete de la isla de la cocina. −Sientate

Esa extraña sensación de temor volvió a aparecer en el fondo de la mente de Jisoo. Ella miró el taburete. −No tenemos tiempo en este momento. ¿No puede esto esperar?

−No−, dijo Soojoo con cara de piedra. −No puede. He tratado de hablar contigo todo el día, pero no te has quedado quieta ni un segundo.

El calor cubrió la cara de Jisoo −Quiero asegurarme de que todo sea perfecto.

Soojoo cerró los ojos y luego los volvió a abrir. Por primera vez en siete años, Jisoo no pudo leer la mirada en los familiares iris castaños. −Escucha, Jisoo. Te amo.

Jisoo sonrió radiante. −Yo también te amo−. Ella se rió entre dientes. −Lo cual es bueno ya que estamos planeando casarnos.

Mi prometida » JensooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora