Era el último metro del día, no mucha gente se subían a él, cerca de una o dos personas en cada vagón, una de estas personas era Norman, un chico alto, ojos azules, de traje y pelo blanco, había salido tarde de su trabajo, todo porque su jefe quería los documentos para ese día
Un bostezo se escapó de la boca del peliblanco, el cansancio lo mataría un día de estos, estaban a punto de dar las 11:45 p. m. cuando salió de la oficina y lo que tuvo que caminar para llegar eran cerca de 15 minutos, ahora estaba sentado en el metro, a punto de dar las doce
Quería pasar a comprar un ramo de flores y visitar el panteón donde estaban enterrados sus dos mejores amigos de la preparatoria, ese día se cumplían siete años desde su muerte y por culpa de su exigente jefe no pudo hacerlo
Pasaron dos estaciones cuando empezaba a cabecear por el sueño, de repente la risa de un niño lo despertó, podría haber jurado que hasta vio una pequeña silueta pasar corriendo justo delante de él, pero cuando levantó su rostro no vio nada, tal vez empezaba a alucinar por no haber dormido lo suficiente en los últimos días
Ocho estaciones más faltaban para su bajada, por lo que cerró un momento sus ojos para descansar aunque sea un segundo, no esperaba que al volver a abrirlos se encontrará a una persona sentada enfrente de él viéndolo fijamente a los ojos, menos que fuera su mejor amiga
"¿Emma, eres tú?"
Las palabras se deslizaron desde su garganta hasta su boca como si de un río se tratase, verla ahí sentada con su bonito vestido amarillo de jirafas y su rebelde cabello naranja justo frente a el le fue desconcertante, más desconcertante aún fue que desde otro vagón llegará un pelinegro con fleco y una sudadera negra al igual que pantalón de mezclilla agarrando de la mano a un pequeño peliazul que tenía un puchero adornando su cara
"Disculpa Emma, este pequeño diablillo quería ver hasta donde llegaba el metro" dijo el pelinegro una vez se acercó a la pelinaranja
"No te preocupes, yo hubiera hecho lo mismo" respondió la chica una vez apartó la mirada del peliblanco
"Te creo capaz"
Norman solo observaba en silencio la extraña conversación que se formaba justo delante de él
"Mira lo que encontré Ray" habló la pelinaranja señalando a Norman
"¡Emma!, te dije que no debes interactuar con los vi-" de pronto los ojos del pelinegro se abrieron de golpe, no esperaba que la persona sentada enfrente de su novia fuera su antiguo mejor amigo
Hubo un extraño silencio por parte de los dos lados, ni Ray ni Norman creían lo que estaba enfrente de sus ojos
"¿Hola, Ray?" dijo por fin el peliblanco
"Hola Norman" respondió secamente el mencionado
La culpa carcomia al albino, después del saludo no supo que más decir, hasta que otra chica llegó corriendo desde otro vagón
"Emma, Ray, hay un problema" gritó la chica mientras se acercaba, era un chica de apenas unos catorce años, cabellera larga y rubia amarrada en una cola de caballo con trenzas a los costados, tenía puesto una blusa blanca y una falda negra, sus ojos eran azules y se veía realmente alarmada
"¿Que sucede Anna?" cuestionó rápidamente el pelinegro mientras dejaba al niño con Emma
Mientras la rubia y el pelinegro hablaban Emma jugaba a piedra, papel o tijeras con el niño peliazul, hasta que llegó otro chico atravesando el techo
"Emma, hace tiempo que no te veía, ¿Cómo estás?" dijo un animado pelirrojo, iba vestido con una camiseta que decía La música es vida, la música es amor y llevaba una sudadera roja con negro amarrada a la cintura, además de pantalones de mezclilla
"Si buscas a Anna está por ahí hablando con Ray" respondió la pelinaranja señalando hacia donde se encontraban los mencionados
"No siempre que vengo a los primeros vagones estoy buscando a Anna" reprochó el joven pelirrojo, luego se sonrojó y agregó "pero gracias de igual manera"
El pelirrojo se acercó al peligro y a la rubia y se unió a la conversación
"Debes bajar en la siguiente estación Norman" dijo Emma regalándole una sonrisa " y recuerda que nada es tu culpa, Ray te perdonó hace tiempo por esa discusión, solo no sabe que decir"
A Norman se le llenaron los ojos de lágrimas y asintió con la cabeza, si Emma decía que debía bajar en esa estación era por algo, aunque aún faltaban cerca de cuatro estaciones más para su destino, así se posicionó frente a la puerta y cuando estás fueron abiertas sintió un empujón en su espalda
"Corre lo más lejos que puedas de la estación" La dulce voz de Emma llegó a los oídos del albino que al dar la vuelta se dio cuenta de que ya no había nadie, ni Emma, ni Ray, ni el pequeño niño peliazul, ni la chica rubia de cabello largo, ni el extraño pelirrojo, todos habían desaparecido, las puertas se cerraron y Norman corrió lo más lejos que pudo justo como la pelinaranja le indicó
Corrió por cerca de diez minutos, hasta que un fuerte sonido lo interrumpió, vino justo de dónde estaba el metro, decidió seguir corriendo hasta llegar a su casa
Al día siguiente se enteró por las noticias que el metro se había descarrilado pues el conductor se había quedado dormido, de no haber sido por Emma seguramente él estaría muerto en el lugar de los hechos
La culpa carcomía el alma de Norman, aún recuerda el día de la muerte de sus amigos, cuando los vio por última vez, al menos vivos, después de eso solo pudo ver sus cuerpos en un ataúd:
-No sé adónde debería llevarla Norman, es nuestro aniversario como novios y quiero que sea algo especial- dijo Ray contándole sus preocupaciones a su mejor amigo
-Tal vez el museo sea una buena idea, aunque también podría gustarle el parque de diversiones o la alberca- respondió el albino
-Tiene que ser algo barato, no tengo tanto dinero- replicó Ray
-Entonces solo llévala a comer-
Norman y Ray se habían enamorado de la misma chica, pero el primero el decírselo fue Ray y Emma aceptó sus sentimientos, después de eso se volvieron novios y ese fin de semana su noviazgo cumplía un año, Norman estaba celoso, pero también se sentía feliz por sus mejores amigos, por lo que intentaba ayudarlos cada que podía
Al final Ray decidió utilizar al dinero que tenía ahorrado para su libro y llevar a Emma al parque de diversiones como se lo había sugerido su mejor amigo
Esa mañana en la que el pelinegro iba a recoger a Emma a su casa tuvo una discusión con Norman que expresó lo mal que se sentía con el noviazgo de sus amigos y todo termino con un:
"¡Espero que te mueras!"
Por parte de Norman, eso fue lo último que el albino le dijo a su mejor amigo y la siguiente vez que supo de él había sido dado como desaparecido, hasta que 15 días después encontraron sus cuerpos en los escombros de la explosión en el metro, estaban abrazados como si Ray quisiera proteger a Emma del desastre, pero al final los dos murieron
Norman sentía culpabilidad de haberle aconsejando ir al parque de diversiones y de que lo último que le dijera a su amigo era que desaba su muerte
Norman todavía se pregunta si todo lo que vio ese día fue una ilusión o paso de verdad, lo único que sabe es que sus mejores amigos le salvaron la vida y lo agradece de sobremanera
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:Se suponía que este capítulo sería para un concurso al que me invitaron por el día de muertos, pero sentí que realmente no cumplía con los requisitos y decidí que mejor lo subiría aquí
Fueron 1279 palabras ☠️💀
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RAYEMMA
FanficAdvertencia RAYEMMA Solo van a ser pequeñas historias de esta pareja que tanto me gusta.