➝𝐕𝐈𝐈𝐈: 𝐃𝐞 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨

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La policía había decidido interrogarla al ver que no necesitaba atención médica.

Había llegado a la comisaría de policía tras haber sido encontrada con los ojos vendados por una mujer que caminaba de vuelta a casa con su hijo. Esta llamó a la policía inmediatamente al ver que esta era la chica de las noticias.

Estos al llegar, la interrogaron acerca de lo ocurrido. En todas las preguntas ella respondía con mentiras, sabía que era ilegal, pero no quería arriesgarse, sabía que ponía en juego la vida de sus amigos.

Ella contó que llevaba los ojos tapados por un trapo sucio, y únicamente pasaba una persona para darle de comer cosas líquidas, como sopa o puré, consiguió escapar por un descuido.

Tras el interrogatorio, la dejaron llamar a algún amigo o familiar para que viniera a buscarla. Al no tener más familiares que su difunto padre, se decidió a llamar al peliblanco. No se sabía su número de memoria, solo algunos dígitos, sólo por asegurarse lo busco en las páginas amarillas y marcó.

Respondió al segundo tono, con un simple "Diga" su voz sonaba distinta a la última vez que la escuchó, era más grave y ronca.

—Hola...¿Shinazugawa Sanemi?—

Escucho un gruñido.

—Si, soy yo.— respondió secamente.

—Shinazuwaga-san, soy yo...— aunque parecía una tontería, ella no era capaz de decir su nombre.

Se escuchó un silencio por la línea por un momento pensó que había colgado, pero no fue así.

—¿Yugi?— preguntó el albino, sin poder creerlo.

La nombrada sonrió al escuchar su apellido.

—Si...—inconsciente empezó a llorar en silencio.

El también, se le escuchaba jadear a través del teléfono. 

—¿D-donde estas? 

—En la comisaría, se que suena mal, pero... ¿puedes venir a buscarme? —pidió.

—Si, voy para allá. —así colgó el teléfono.

Espero sentada a que llegara a recogerla. Mientras tanto, un policía bastante amable, la acompañó durante su espera, asegurando que en cuanto tuvieran avances en su investigación la llamarían.

En cuanto le vio después de tanto tiempo, rompió a llorar de nuevo, corrió a abrazarle, sin importar lo del alrededor. Este la recibió en sus brazos y lloró junto a ella.

Al fin estaba con el.

—L-lo.. s-siento... yo...—dijo entre sollozos la chica.

Este acaricio su cabello, estaba más largo que la última vez que la vio, este llegaba fácilmente a su abdomen.

En cuanto ambos se calmaron, tomaron el autobús y fueron a la casa del albino, pues la de la chica eran pruebas para la investigación.

Al entrar, su madre y hermanos se lanzaron sobre ella, se alegraron de su regreso y de que estuviera bien.

Por todo lo sucedido, se hizo tarde, y en cuanto ella salió de la ducha ya era de noche.

Ceno junto a la familia, todos conversaban alegres, evitando hablar del tema de la chica, y alegrándose de estar junto a ella de nuevo.

Genya, quien compartía habitación con su hermano, decidió que era mejor dejarle el lado de su cuarto para que durmiera en lo que se quedara en la casa. Aunque la fémina se negó rotundamente y afirmó que dormiría en el sofá o con sus hermanas, pero este insistió, en ello se juntó su madre, por lo que tímidamente aceptó.

【꒰꒰𝐌𝐢𝐬𝐬 𝐰𝐚𝐧𝐧𝐚 𝐝𝐢𝐞】 || 死にたいミス || ᔆᵃⁿᵉᵐⁱ ˣ ˡᵉᶜᵗᵒʳᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora