➝𝐄𝐬𝐩𝐞𝐜𝐢𝐚𝐥 #1

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ᴇsᴘᴇᴄɪᴀʟ ʙᴀsᴀᴅᴏ ᴇɴ ʟᴀ ᴇʀᴀ ᴛᴀɪsʜᴏ uwu

Yugi Yumeko la antigua pilar de las estrellas se encontraba dejando flores en las tumbas de sus antiguos compañeros.
Rezó por el bien de las almas de cada uno de ellos, deseando que después de una larga lucha descansaran en paz.

Sorprendentemente, la medio demonio había sobrevivido a la muerte del rey de los demonios, algo completamente extraño pues todos los demonios murieron. Todos excepto las hermanas Yugi, Yumeko y Aiko.

Su hermana menor había recapacitado, dándose cuenta de que el supuesto odio que sentía hacia su hermana era una tapadera para olvidarse de su abandono. Y aunque la pelinegra lo paso mal mientras estuvo en coma, agradeció que hubiera abierto los ojos.

Una vez que termino las oraciones abandono las tumbas de Misturi e Iguro, que del fruto de su amor acabaron muriendo juntos .

Después fue a la finca mariposa, allí se acordó de Shinobu, esa chica tan brillante que siempre que la veía sonreír la recordaba lo mucho que se parecía a Kanae.

Aún recordaba el momento en el que el cuervo anunció su muerte.
Su pecho se oprimió de recordarlo, era una sensación que le dolía. Ahora ella descansaba con su hermana.

Se sentó junto con Kamado Tanjiro, chico con el que sorprendentemente había congeniado. Se parecía a su hermano mayor.

—¡Yumeko-san! Me alegro mucho de que te encuentres mejor.—

La chica sonrió de vuelta.

—Gracias, yo también me alegro de volver a caminar. ¿Como vas tú?—

El chico asintió.

—Bien, no me puedo quejar.— río amablemente.— Shinazugawa-san vino hace un rato, dijo que se iría por un tiempo.—

El cuerpo de la joven se tensó.

—¿Cómo?—

—¿No te lo dijo? No debe estar muy lejos, ¡Corre ve!—

La chica salió de la habitación, y caminando lo más rápido que pudo, porque reciéntenme había recobrado la movilidad muscular.

La encontró en la salida de la finca, incluso un poco más alejado.

Lo llamo, pero el siguió caminando.

No podía verlo marcar, no podía.

E intento correr, intento ir tras él. Pero sus piernas fallaron y se calló.

Y aún así no se resistió. Con sus ojos de dos colores vidriosos y deseosa por que su mirada chocara con la suya gritó su nombre de nuevo.

Sanemi giró su rostro al escarchar su nombre, y corrió hacia la chica para levantarla.

—¡Yumeko! ¡¿Se puede saber que haces corriendo?! ¡¡Acabas de recuperar la movilidad!!— la riñó preocupado.

—No quiero que te vayas, no quiero que me dejes.— la chica lo abrazo llorosa.

El chico acarició su espalda.

—Tengo que marcharme Yume, tengo que volver a donde nací.—

—Llévame contigo, no me alejes de ti. Por favor no lo hagas.—

Sanemi se decepcionó de si mismo, y aún serio respondió.

—Te haré daño, Yumeko. No soy la persona que tú crees que soy.—

【꒰꒰𝐌𝐢𝐬𝐬 𝐰𝐚𝐧𝐧𝐚 𝐝𝐢𝐞】 || 死にたいミス || ᔆᵃⁿᵉᵐⁱ ˣ ˡᵉᶜᵗᵒʳᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora