Warhammer - Los Hijos de la Malicia

FICHAS DE LOS PERSONAJES

AVISO (Abril 14): Nueva Historia (6ta. Pte.)

Nota: Las historias están en las siguientes partes. Las fichas serán exclusivas de la primera, y se irán actualizando conforme publique más relatos.

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I. SATUROS

Trasfondo: Saturos es uno de los paladines de Malal, el dios de la destrucción. Hijo bastardo de un noble y su amante hechicera oscura, quienes le concibieron en un ritual de Slaanesh, Saturos crecería como huérfano en Naggaroth, por lo que sería candidato al Caldero de Sangre y, como todo superviviente, aspiraría a ser un Asesino, Hijo de Khaine. Cuando elfos oscuros adoradores de Slaanesh le traicionaran, Saturos conocería a Malal, quien le ofrecería oportunidad de venganza. El Druchii aceptó, convirtiéndose con el tiempo en un Hijo de la Malicia. Hoy en día, Saturos viaja por todo el mundo buscando agentes del caos a quienes exterminar, armado con sus armas gemelas, la espada, Portadora de Tormentos, y su arco, Hacedor de Lamentos.

Apariencia: Saturos es un personaje alto, para los estándares humanos, aunque no necesariamente así para los de su raza; se estima que su paso por el Caldero de Sangre absorbería parte de su esencia vital, por lo que no crecería más allá del elfo promedio. Su cabellera es de un profundo tono negro azabache, y se arrastra hasta la altura de los hombros, donde contrasta con su piel blanco níveo surcada por cicatrices producto de su pasado como asesino. Porta una armadura en tonos oscuros, con botas y guantes como manoplas a juego, compuesta por resistentes y flexibles placas, de material desconocido (aunque se cree son escamas de un antiguo Dragón Negro), interpuestas entre si, más similar a un abrigo que a una verdadera coraza, que le protege sin mermar en lo más mínimo su grácil movilidad. Aunque lleva la cabeza desprotegida, es usual vérsele con el gorro de su capa echado encima, y una suerte de bufanda como máscara alzada a modo que sólo se noten sus brillantes ojos con aniridia (distintivo de los hijos de Malicia).

Personalidad: Altivo y de porte galante, Saturos no es un Druchii cualquiera; mucho más moralista que ninguno otro, Saturos siempre intentó convencerse de que estaba libre de pecado; para él, un hombre no podía culpar a su espada por un asesinato; del mismo modo, Saturos sólo fungía como el arma, siendo aquellos que le mandaban los verdaderos asesinos. Después de todo, para un bastardo sobreviviente al caldero de sangre, convertirse en Hijo de Khaine era la única manera de asegurar su supervivencia. Saturos destaca por su gran astucia, que lo convierte en experto estratega y maestro de las trampas. Su camino está marcado por la venganza, y disfruta especialmente cegar la vida de adoradores de Slaanesh (aún cuando en el pasado, él mismo fue afecto a los placeres del oscuro dios). Saturos conoce sus debilidades, por lo que es un obsesivo compulsivo y controlador; de carácter frío, misántropo e introvertido, parece esforzarse por alejar a las personas. Pero lo cierto es que su imagen es sólo una pantalla que usa para reprimirse; y es que el Druchii sabe que, en el fondo, puede llegar a ser en extremo sádico y cruel, además de un notable libidinoso, que aprovecha su belleza de elfo para seducir féminas.

Habilidades: Gracias a su entrenamiento como hijo de Khaine, Saturos es un experto hostigador que destaca por su sigilo y agilidad. No obstante, posee también habilidades mágicas innatas, que utiliza para favorecer sus cualidades de asesino, ya sea invocando hechizos de camuflaje y ocultación, detección o inclusive trampas mágicas. Esto le permitió ganarse un rápido puesto entre la elite de Naggaroth, convirtiéndose en uno de los agentes favoritos de la mismísima reina Morathi y el propio Rey Brujo. Hoy en día trae consigo las armas gemelas: La Tormentosa y El Lamentador que, junto a su corcel y armadura, constituyen símbolos inequívoco del favor de su nuevo dios. Aunque no se sabe a ciencia cierta, se cree que estas armas portan en sí mismas la esencia maligna del caos, pues parecen maldecir a todo aquel que es herido por ellas, arrancándoles la vida. Habrían sido forjadas usando como base el acero oscuro de los desiertos, y el corazón de un demonio de sangre letal; por supuesto, todo es netamente especulativo, pero lo cierto es que entre los seguidores de Malal, Saturos se ha ganado el apodo del asesino de un golpe, dado que eso es lo único que necesita para que sus víctimas mueran irremediablemente.