OSCURO PASADO; INTRODUCCIÓN

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NOTA: Publico primero una breve parte, en lo que termino de redactar el relato (últimamente he estado ocupado con los finales de la universidad). Espero sea de su agrado. Si los enganchó, Voten y Comenten. Gracias...

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"Pocos son los elegidos que consiguen sobrevivir a las ensoñaciones de la Noche de la Muerte. Menos aún aquellos que consiguen emerger del Caldero con los ojos bañados en bronce fundido, encendidos por el odio de nuestro dios oscuro. Los verdaderos elegidos son incorporados al culto y entrenados en los rituales más secretos, para alzarse como maestros de la muerte, sólo superados por el propio Khaine." --- Sobre los Discípulos de Khaine

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La perlada mano se detuvo sobre el pomo de la puerta cuando el Discípulo sintió la presencia del interior. Como invitado personal del Rey Brujo, nadie tenía permitido entrar a sus aposentos sin su autorización. Desenfundó la daga consagrada a Khaine, y se preparó para lo que venía. Abrió de golpe la puerta, apuntando con la mano hacia los globos de luz bruja de las paredes. Los fuegos se apagaron al instante, y el druchii avanzó de un salto hacia la silueta. La derribó con su peso, colocando la daga sobre la garganta.

-¿Quién demonios eres? -preguntó agresivamente

El sinuoso cuerpo debajo comenzó a agitarse, y una dulce risa inundó la estancia. La silueta movió apenas perceptiblemente la mano, y las luces de bruja volvieron a iluminarse.

-Me alegra comprobar lo bueno que eres, querido.

Saturos miró sorprendido la figura. Se trataba de una mujer druchii que reflejaba la belleza ideal para su raza: alta y de porte esbelto, con piel de alabastro suave y tersa como la seda. Hermoso rostro de finos huesos, con grandes ojos felinos de color violeta que contrastaban con el telón de su lustroso y ondulado cabello negro. El escultural cuerpo se ataviaba en un ceñido hábito oscuro, con el brillante cabello recogido en una trenza enredada en hilos de plata, y una tiara del mismo material con intrincadas runas labradas. Desprendía un halo de mágico atractivo y sensualidad que habría despertado el deseo de Saturos sino la hubiese reconocido al instante.

-Madre -susurró, mientras la ayudaba a levantarse.

-Un placer verte de nuevo, querido -saludó ella con una encantadora sonrisa

Saturos estaba sorprendido. Sólo se había encontrado una vez con ella, cuando el Templo de Khaine debió cooperar con el Convento Oscuro. Al instante, la bruja había llamado la atención del discípulo, quien posteriormente averiguaría que se trataba de su madre. En ese entonces apenas y habían hablado, pero aunque de eso hacía años, y nunca más se encontraron de nuevo, el druchii jamás olvidó el hermoso rostro y la melodiosa voz.

-¿Qué es lo que haces aquí?

-He venido a ofrecerte mi ayuda

-Nunca antes te has interesado por mi; ¿porqué hacerlo ahora?-le preguntó Saturos, con tono gélido.

-Eso no es verdad; siempre he estado pendiente de tus pasos- respondió la hermosa mujer

-Lo dice quien me arrojó directo al caldero de sangre

-Admito que lo habría hecho con gusto si tan sólo las hermanas del convento tuviésemos permitido participar en los rituales de Khaine- replicó ella sonriendo maliciosamente, y tendiendo una mano para acariciarle.

Saturos sujetó la delicada muñeca, y la hizo a un lado; caminó hasta la pared al fondo de la habitación, procurando alejarse de la mujer.

-No tienes porque ser tan adusto conmigo-dijo ella- pues todo lo hice para salvarte. Tu padre te habría estrangulado antes de admitir que tuvo un hijo con una hechicera

Warhammer - Los Hijos de la MaliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora